El material para la risa del diablo
Mamá y papá van a dar un paseo después de cenar. No quería ir, así que tuve que ser abandonado por el grupo y quedarme solo en casa. Mi madre caminó por la casa durante mucho tiempo, apagando cruelmente todas las luces que se podían apagar, diciendo que estaba sola en casa, y encender tantas luces era un desperdicio... Solo quedaba una luz tenue. a su alrededor, temblando débilmente.
Hay documentales de ovnis en la televisión, exagerando y exagerando una y otra vez los pocos ejemplos, que no son más que un muñeco cabezón corriendo debajo del disco o algo así. Para mostrar el poder impresionante, la música de fondo y las explicaciones adornadas del presentador tuvieron que hacerme estremecer.
Mirando a nuestro alrededor, todo está inmerso en una oscuridad infinita y en sollozos. En la penumbra, parecía silencioso y extraño. El gato montés de abajo gemía, como un bebé llorando, subiendo y bajando, como un juguete en manos de la muerte, después de haber probado todo el dolor y la tortura. De repente, un ojo demoníaco se abrió en la esquina, ensangrentado, mirándome... a pesar de que era solo una pequeña luz roja en el aire acondicionado. En su mente asustada, todo lo que lo rodeaba se convirtió en ángeles enviados por el diablo. Es gracioso pensar en ello, pero es innegable que tenía demasiado miedo para moverme.
De repente, una deslumbrante luz verde irrumpió en la casa. Mi sangre se coaguló, mi respiración se detuvo, mi corazón dejó de latir... ¡Esa era la luz del OVNI! ¡Es verde! Lo vi tomar fotografías aleatorias en casa, como si estuviera buscando un lugar adecuado para aterrizar, y finalmente me fui a toda prisa. Durante unos segundos olí la muerte. Incluso me da miedo cuando pienso en ello.
Cuando mamá y papá regresaron y encendieron las luces, todo volvió a estar cálido. Cuando les conté lo que vi, ellos sonrieron y me dijeron: era la luz láser en el edificio de enfrente...
Cuando todos los miedos se convirtieron en bromas, cuando Dios me llevó Tirado al borde de realidad e ilusión, sólo queda un suspiro secreto: no me lo esperaba.