Investigadores japoneses avanzan en la producción experimental de pilas de combustible microbianas vegetales
La pila de combustible desarrollada por Moksoud utiliza materia orgánica producida por la fotosíntesis de las plantas y la acción de microorganismos que se alimentan de la materia orgánica para generar electricidad. Las plantas utilizan la luz solar para producir la materia orgánica necesaria para su crecimiento a partir de agua y dióxido de carbono, almacenando la mayor parte en sus raíces. Hasta el 60% de esta materia orgánica puede perderse desde las raíces de las plantas hacia el suelo, y microorganismos específicos del suelo descompondrán la materia orgánica y liberarán electrones después de ingerirla. Mediante este proceso, Moksoud inserta electrodos en el suelo para extraer energía eléctrica.
Sin embargo, en el pasado, este método sólo se utilizaba para extraer electricidad de plantas que crecían en condiciones sumergidas, por lo que Moksoud buscó una manera de extraer electricidad mediante electrodos que fuera independiente de las especies de plantas. Si podemos utilizar taro, berenjenas y otras verduras y arroz, podemos cultivar y generar electricidad al mismo tiempo. No se ve afectado fácilmente por el medio ambiente y puede generar electricidad de manera estable.
La capacidad de generación de energía de la pila de combustible desarrollada por la Universidad de Yamaguchi es actualmente de sólo unos 3 vatios por metro cuadrado de campo. Aun así, dijo Moksoud, en algunos países en desarrollo, "esto sería suficiente para una pequeña bombilla que los niños podrían estudiar por la noche". También sería adecuado como fuente de energía para monitores ambientales que miden la temperatura y la humedad. Al trabajar con empresas para mejorar y aumentar la potencia de producción, se espera que esta pila de combustible se ponga en práctica en un plazo de 3 a 5 años.
Para las pilas de combustible microbianas vegetales, reducir los costes de los electrodos es la clave para la promoción. Moxude extrae materiales de carbono de plantas comunes como el bambú y el cedro, y está trabajando en tecnología para reducir los costos de fabricación de electrodos.
(Editores: Wang Yuping, Cui Yue)