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Cómo realizar pruebas de rendimiento en plataformas y dispositivos de IoT

Todos sabemos que el Internet de las Cosas (IoT) está creciendo rápidamente. Pasee por cualquier supermercado, centro de mejoras para el hogar o tienda de electrónica y verá una variedad de dispositivos inteligentes conectados.

El número de dispositivos IoT creció un 31% en 2017, alcanzando los 8.400 millones. En 2020, había 12.600 millones de conexiones de dispositivos IoT en todo el mundo. ¡Se espera que en 2025 haya 24.600 millones de dispositivos!

El correcto funcionamiento de los dispositivos IoT depende de una comunicación rápida, confiable y continua, por lo que la red utilizada por los dispositivos conectados es crítica. Los problemas de red, como ancho de banda limitado, latencia excesiva y hardware de red poco confiable, tendrán un impacto significativo en el rendimiento del dispositivo.

Los desarrolladores de IoT deben comprender el impacto que estos problemas tienen en el rendimiento del producto de IoT para garantizar que el producto responda correctamente sin perder datos.

Por ejemplo: un iPhone con conexión 3G puede tener velocidades de tráfico tan bajas como 384 Kbps o tan rápidas como 14,4 Mbps. La tasa de tráfico depende del entorno, el proveedor de servicios y el ancho de banda disponible. Las tasas de tráfico inestables pueden provocar que los usuarios tengan una conectividad deficiente con sus dispositivos IoT.

Otras condiciones de la red, como la latencia y la pérdida de paquetes, también pueden afectar significativamente al rendimiento de las aplicaciones.

Por lo tanto, las limitaciones de la red son el principal factor de riesgo que afecta la conectividad de IoT. Los desarrolladores deben medir el impacto de las aplicaciones en diversas condiciones de la red para garantizar que el programa funcione correctamente.

En comparación con las pruebas de dispositivos IoT en un entorno de red real, las pruebas en una LAN en un entorno de laboratorio son insuficientes. Porque en situaciones reales, factores como la cantidad de usuarios, los métodos de conexión de sensores entre los usuarios y la plataforma y la confiabilidad de la conexión entre los usuarios finales e Internet afectarán la estabilidad de la plataforma de IoT.

Los desarrolladores deben comprender cómo la plataforma IoT maneja las diferentes condiciones de la red. ¿Se desconectará la interacción del usuario con la aplicación móvil si el dispositivo tiene problemas de conectividad durante su uso? ¿El sensor enviará datos confidenciales a la plataforma IoT?

Los diferentes tipos de rendimiento de la red variarán, y el uso de redes móviles, WAN, satélites, Wi-Fi y otras redes para conectar plataformas de IoT brindará diferentes experiencias a los usuarios.

Pero las herramientas que pueden construir redes con todas estas diferentes condiciones son pocas y en su mayoría costosas. Por lo tanto, muchas empresas utilizan medidores de deterioro de la red para simular diferentes condiciones de la red.

El uso de un medidor de deterioro de la red es la forma más precisa, escalable y de menor costo de probar plataformas y dispositivos de IoT antes de implementarlos en redes del mundo real.

El uso de pruebas de deterioro de la red permite a los desarrolladores de IoT comprender cómo se comportan los dispositivos de IoT en una variedad de condiciones de red y en entornos de red mixtos.

Probar dispositivos IoT en diferentes condiciones de red puede acercar la experiencia del evaluador a la experiencia del usuario final, lo que permite una verificación rápida de las implementaciones de IoT.