Material del diario de vacaciones de invierno o un fragmento o una escena. Si desea unas vacaciones de invierno, escriba unas 150 palabras.
Dificultades del desafío
Todo el pasado ha sido atesorado por el tiempo. Sigo mirando hacia atrás y deteniéndome, pero el tiempo me abandona y avanza vigorosamente. Los recuerdos son como un manantial que brota de mi corazón y crea ondas gradualmente.
¡Ay!, grité, ¿dónde está mi comida? ¿Dónde está la comida que tanto me costó preparar? Sólo había agua en la olla arrocera y el arroz se hundió. Después de mirar más de cerca, resultó que no había ningún cable enchufado. Realmente me admiré. Rápidamente enchufé un huevo revuelto, vertí un poco de aceite en la olla y encendí el fuego. , rompí las cáscaras y luego le puse los huevos, pero se escuchó un "crujido" en la olla. El sonido me sobresaltó y di un gran paso atrás, tapándome los oídos con fuerza con las manos. Le di la vuelta al huevo y descubrí que estaba blando y olía. Luego le vertí un poco de aceite. Afortunadamente, no había nada blando detrás, de lo contrario no sabría qué comer. Después de eso, espolvoreé un poco de sal sobre los huevos y, al cabo de un rato, los huevos salieron de la sartén.
Pensé que el arroz no se cocinaba tan rápido, así que salí a mirar televisión. La televisión estaba tan emocionante que me olvidé de la cocina. Había una olla de arroz esperándome. cocina, inmediatamente veo lo que pasa con el arroz. Bueno, así es. Caminé hacia el pasillo con arroz y huevos. Primero comí el arroz y descubrí que el arroz que cociné estaba duro. Debe haber sido porque no le agregué suficiente agua. huevo, al segundo de entrar en mi boca, lo escupí rápidamente. Tenía un sabor terrible. La sal aún no se había derretido y permaneció en el huevo.
Parece que no puedo comer este alimento. Parece que necesito practicar más e intentar más en el futuro para superar este problema.
A medida que pasa el tiempo, esta pequeña cosa no se volverá borrosa en mi mente, sino que se volverá más clara. Siempre me recuerda que debo superar y nunca rendirme.