La Sra. Abe apareció en la ceremonia del velorio luciendo demacrada.
Abe Akie, anteriormente conocida como Matsuzaki Akie, nació en Tokio, Japón, el 10 de junio de 1962. Es la esposa del ex primer ministro japonés Shinzo Abe. Es la primera dama más joven y más vista del país. La historia de Japón, la familia detrás de ella es el Grupo Morinaga, el mayor fabricante de dulces y chocolate de Japón. Ella misma parece mediocre y sus notas no son sobresalientes, pero su temperamento no es inferior al de las primeras damas de otros países.
En 1984, Akie Abe y Shinzo Abe se conocieron en una cita a ciegas. Uno era hija de una familia rica y el otro era hijo de una familia política. Los dos eran la pareja perfecta y eran. fijaron la fecha de su boda dos años después. Cuando se casó, Abe Akie llevaba un vestido de novia blanco con diseños huecos, un velo blanco, una corona nupcial plateada en la cabeza y un ramo de lirios blancos en la mano, que era muy grandioso. Los dos tienen un aura fuerte y son talentosos y hermosos, lo que hace que todos los presentes estén satisfechos y envidiosos. Después de que los dos se casaron, Abe Akie siguió trabajando en una estación de radio común y corriente y mantuvo un perfil bajo. Casi nadie sabía que era hija de una familia chaebol. Esto la ha acercado a la gente en su vida diaria y ha sentado una buena base para la elección de su marido.
Durante la carrera de Abe Akie, sus compañeros y jefes hablaban muy bien de ella. Su jefe decía que su personalidad le permitía llevarse bien con cualquiera. Como resultado, Abe Akie, cuya apariencia y logros no eran notables, finalmente encontró su propia dirección en la vida: con su personalidad gentil y alegre y su imagen con los pies en la tierra, ayudó a su esposo a ganarse el apoyo y el amor de los votantes japoneses. Se puede decir que el éxito de Shinzo Abe es indispensable para Akie Abe. Ya sea durante las elecciones generales o durante la administración de Shinzo Abe, Akie Abe nunca perdió el contacto con la gente. A menudo compartía su vida cotidiana y la de su marido en las plataformas sociales, e incluso iba al campo a trabajar con los agricultores en persona.
La repentina muerte de Shinzo Abe es sin duda un duro golpe para Akie Abe. Mientras estaba en el hospital, siguió llamando a su marido, Shinzo Abe, pero Shinzo Abe murió ocho minutos después. Espero que la ex primera ministra y primera dama pase su vejez en paz y supere su dolor lo antes posible.