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Apreciación de las obras de las Memorias de Monte Fontaine

Francés: Souvenir de Mortefontaine Esta pintura "Memorias de Montefontaine" es una de las obras maestras paisajísticas más maduras y representativas del período tardío de Corot. Montfontaine se encuentra cerca de Senlis, al norte de París. Corot visitó allí una vez y sintió la belleza del paisaje del jardín. Esta pintura es el recuerdo del artista de esta hermosa escena. La imagen se desarrolla en un rincón del bosque junto al lago. La niebla de la mañana ha comenzado a disiparse. La fresca tierra del bosque y el vapor de agua en la superficie del lago crean una sensación cálida y húmeda de naturaleza. Un árbol gigante a la derecha ocupa aproximadamente tres quintas partes de la imagen, y un pequeño árbol muerto en el lado opuesto lo hace eco, fortaleciendo el equilibrio de la imagen. Las ramas se inclinan en una dirección, pareciendo armoniosas y rítmicas. Entre los dos árboles aparece una tranquila superficie de lago que parece un espejo. La cálida luz del sol se extiende desde las hojas hasta la hierba, iluminando las flores rojas que florecen por todas partes. Una mujer con un vestido rojo se enfrentaba al pequeño árbol de la izquierda, levantando la cabeza y las manos para recoger setas del tronco. A lo largo del cuadro, estas tres figuras aparecen llenas de vida. Aunque el pintor los trató todos de lado, son densos y densos. Cuando Corot pintaba paisajes, a menudo le gustaba pintar algunas ramas débiles inclinadas en primer plano para realzar el lirismo de la pintura. Este es también el caso del pequeño árbol de la izquierda de este cuadro. Mire la postura torcida del pequeño árbol, que obviamente se debe a la brisa prolongada. Sus ramas inclinadas muestran la elegante belleza danzante, añadiendo poesía infinita a toda la pintura. Las faldas rojas y los pañuelos en la cabeza de las mujeres son los acentos más fuertes del panorama. En el tranquilo y hermoso paisaje junto al lago, la niebla gris plateada refleja a las mujeres y los niños recogiendo setas y flores silvestres. No solo hay muchos negocios, sino que las escenas se mezclan, llenando el aire con un ambiente idílico y de ensueño. Al observar de cerca la pintura, el espectador casi puede oír el susurro de las ramitas y las hojas. Este tipo de interés natural no es de ninguna manera un sueño, pero es mejor que un sueño. El pintor tiñó completamente el cuadro con colores cálidos, y todo el tono parecía susurrar, sin pasión, sólo armonía. Sin el fuerte sentimiento del pintor por la belleza de la naturaleza, sería difícil dejar tantas impresiones inolvidables en la gente. Esta es una pintura de paisaje ideal y una verdadera pintura lírica. El amor por la naturaleza es la primera condición para pintar paisajes. Corot amaba mucho la naturaleza. Una vez dijo: "El arte es amor". "Cuando pintas un paisaje, primero debes encontrar la forma, luego el color, para que la cromaticidad esté bien conectada. Esto se llama color. Esta es la realidad. .Pero todo depende de tus sentimientos”. Estas pocas frases pueden contener todo el secreto de las pinturas de paisajes de Corot. Corot nunca había experimentado en su vida el deseo de realizar un pedido ni las prisas de la producción. Nunca vendió una sola obra en el resto de su vida. Una vez que llueve, espera a que el tiempo mejore antes de ir a dibujar. Le gustan los días soleados y brillantes. En su opinión, dibujar es sólo una preparación de materiales para la creación en el estudio. Esto demuestra que el encanto de las pinturas de paisajes de Corot no se debe a que se enfrentara al boceto, sino a que extraía de la vida la belleza que descubría.