¿Qué vamos a hacer juntos? Material de composición
Si una persona no tiene la perseverancia para perseverar hasta el final, no se convertirá en una estrella brillante en el intenso entrenamiento militar. Los días del entrenamiento militar son los días que caminamos juntos en esos años, los. Días en los que sudamos y derramamos lágrimas juntos. Todos todavía recordamos esos días de entrenamiento militar.
Al comienzo del entrenamiento militar, los estudiantes estaban todos de muy buen humor y llenos de curiosidad sobre el entrenamiento militar. Pero al segundo, tercer y cuarto día llegó el problema. Algunos estudiantes comenzaron a quejarse y las quejas comenzaron a difundirse. Algunos estudiantes expresaron opiniones a los instructores y algunos incluso querían evitar la capacitación. Todo esto refleja que nuestra vida diaria es demasiado tranquila. Casi buscamos ropa y abrimos la boca para comer. Carecemos de las habilidades que nuestros compañeros deberían tener. Ésta es exactamente la cualidad de nosotros mismos que debemos mejorar.
Puede que los soldados sean realmente muy meticulosos. Sólo después de seis días me di cuenta de mi estricto sentido del tiempo y la perseverancia mientras estaba en el entrenamiento militar. Incluso si es la acción más simple, la repetimos innumerables veces en el campo de entrenamiento, usando nuestro corazón para apreciar verdaderamente la majestuosidad de los soldados. La postura militar inmóvil y los pasos limpios y poderosos nos hacen apreciar verdaderamente la meticulosidad de los soldados.
La primera clase de entrenamiento militar terminó hoy con éxito. Al recordar estos días, siento mucha emoción. "El filo de una espada proviene del afilado, y la fragancia de las flores del ciruelo proviene del frío glacial", es la experiencia del entrenamiento militar. "Permanecer firmes después de innumerables dificultades, por fuerte que sea el viento del sureste o del noroeste" es el resultado del entrenamiento militar. Las ideas del entrenamiento militar deben experimentarse con el corazón. Nos enseña a preocuparnos por los demás, profundiza nuestra comprensión de la responsabilidad de defender la patria y nos dice la actitud que debemos tener al enfrentar las dificultades. Al menos ya no somos una niña delicada, ya no somos una niña que llora fácilmente. Sé que cuando nos enfrentamos a la cima, tenemos que construir las escaleras nosotros mismos; cuando nos encontramos con el acantilado, tenemos que conectar las cuerdas nosotros mismos. Nuestro destino está en nuestras propias manos, ¡sólo depende de si lo comprendemos!
¡Esos años que caminamos juntos, esos años que lloramos y reímos a carcajadas juntos!