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Aula abierta

Autor: Xiao Chuan

Dewey ha señalado durante mucho tiempo que las escuelas deberían convertirse en el prototipo de una sociedad democrática. La democracia no es sólo un sistema político que garantiza a todos los ciudadanos una participación plena e igualitaria en la gestión y la toma de decisiones de los asuntos públicos, sino también una forma de vida, una actitud ante la vida y una personalidad y estilo de vida para los ciudadanos individuales.

Este tipo de carácter democrático debe desarrollarse conscientemente a través de un estilo de vida y una atmósfera de vida democráticas durante el período de formación de la personalidad de una persona (en general, de 0 a 20 años). Por tanto, es muy necesario crear un aula democrática.

Un aula democrática es, por supuesto, ante todo, un aula abierta. La apertura del aula es reflejo de la democracia y garantía de la democracia.

Un aula abierta tolera y anima a los estudiantes a hacer preguntas de forma profunda y abierta. Respetar la autonomía y la iniciativa de los estudiantes es una característica importante de un aula abierta. Los profesores a menudo deben citar y desarrollar las opiniones expresadas por los estudiantes. Los profesores deben prestar suficiente atención, reconocimiento e incluso aprecio a la creatividad, las mociones, las sugerencias y las solicitudes razonables de los estudiantes. Uno de los problemas comunes en la enseñanza en el aula en mi país. que los profesores controlan excesivamente el aula. Es cierto que los profesores son los líderes de la enseñanza y tienen derecho a controlar el aula y liderar el proceso de enseñanza. Sin embargo, un control excesivo por parte de los profesores impedirá que los estudiantes ejerzan su autonomía, independencia e iniciativa.

Un aula abierta tolera y anima a los estudiantes a cuestionar con audacia. Permitir respuestas diferentes, fomentar el pensamiento diverso y centrarse en cultivar el escepticismo racional y el espíritu crítico son signos importantes de un aula abierta. El cuestionamiento es una parte importante de la construcción del conocimiento de los estudiantes. Las dudas deben ser dudas bien fundadas, es decir, considerar todas las cuestiones en una escala racional, en lugar de simplemente aceptar las opiniones de otras personas. No importa cuán extraña o absurda sea la pregunta planteada por los estudiantes, o cuán desviada sea la comprensión del problema por parte de los estudiantes, los maestros deben poder tratarla de manera racional y tranquila, y utilizar esto como una importante oportunidad educativa para guiar a los estudiantes a ser organizado y bien fundamentado y pensar con decisión. De esta manera, podemos cultivar constructores de una sociedad democrática que no sean crédulos, que sean ciegamente obedientes, que no sean sólo libros y no sólo superiores.

El aula abierta se centra en guiar a los estudiantes para que participen sustantivamente en la enseñanza. Uno de los valores importantes de la enseñanza es despertar constantemente el anhelo y el anhelo de los estudiantes por el futuro y el crecimiento, aprender a planificar la vida y diseñarse a sí mismos, aprender a imaginar el futuro y luego crear el futuro. Los excelentes maestros siempre pueden presentar las maravillosas perspectivas de vida frente a los estudiantes, permitiéndoles crecer con el deseo y la necesidad de crear el futuro.

Un aula abierta no se limita al proceso de enseñanza diseñado por el profesor antes de la clase. Presta atención a la vida de los estudiantes, sus situaciones, sus necesidades y sentimientos de aprendizaje y las experiencias de los diferentes estudiantes. El propósito de este tipo de atención no es que los docentes comprendan el progreso docente programado, sino que los estudiantes obtengan ganancias reales. Sólo las aulas que permiten a los estudiantes convertirse en personas completas (con amplios antecedentes de vida espiritual y capaces de dedicarse de todo corazón a la vida en el aula) son aulas que ayudan a los estudiantes a crecer de manera integral.

El aula abierta se centra en guiar a los estudiantes a reflexionar y resumir el proceso de aprendizaje, y se centra en monitorear las actividades de autocomprensión de los estudiantes. Desarrollar el pensamiento introspectivo no sólo ayuda a los estudiantes a desarrollar buenas cualidades de aprendizaje, sino que también les ayuda a desarrollar una personalidad autodisciplinada.

Para crear un aula abierta, los profesores deben establecer verdaderamente una visión científica de los propósitos de la enseñanza: enseñar no se trata de "enseñar" libros de texto o "enseñar" en las aulas, sino de servir al desarrollo de los estudiantes en un tema determinado. Los maestros pueden brindarles a los estudiantes un amplio espacio de pensamiento, pueden desencadenar conflictos cognitivos de los estudiantes y pueden brindarles un escenario amplio para mostrarse, por lo que incluso si no pueden completar las tareas de enseñanza programadas, es encomiable.

Lo que vale la pena mencionar es que se debería permitir que los profesores no puedan dar respuestas oportunas y satisfactorias a las preguntas planteadas por los estudiantes. En un aula abierta, los profesores no son predicadores omniscientes y omnipotentes, sino protectores del espíritu de exploración y curiosidad de los estudiantes, y guardianes de su crecimiento integral, saludable y animado.