Me gusta mucho charlar con un hombre que no conozco en línea. Le gusta hablar cosas malas y siempre quiere que tenga sexo con él. Parece disfrutarlo, pero yo siempre.
Me habla dulcemente y me hace sentir atractiva online. Algunas personas incluso me envían sobres rojos para llamar mi atención.
Todo esto satisface muy bien mi vanidad.
Porque cuando mi marido y yo vivíamos juntos, él estaba ocupado con el trabajo o saliendo a beber y socializar.
No digas palabras dulces y rara vez me dices algo. Él siempre decía que yo no podía entender lo que decía, que no entendía nada y que era una mujer ignorante.
Pero en Internet soy tan popular que están dispuestos a esperar un día y una noche sólo para esperar a que charle en línea.
Piensan que lo que digo tiene sentido y piensan que soy inocente y lindo.
En comparación con los hombres en Internet, siento que el trabajo a tiempo parcial de mi esposo es solo un pedazo de madera, sin mencionar la falta de alegría al publicar en WeChat Moments, incluso si compré un pedazo hermoso. de ropa interior, le resultaría indiferente. Realmente me sentí como un fracaso frente a él.
También hablé con él, esperando que me prestara más atención y se preocupara más por mí. Pero él siempre decía que ya son una pareja de ancianos, entonces, ¿qué les importa?
Entonces, no pude evitar contactar a hombres extraños en línea.
En mi opinión, el comienzo de tu amor es sólo el llamado "juego de mensajes de texto", pero desafortunadamente, todas las historias de amor no tienen reglas fijas. Sólo dos cosas pueden hacer que el juego sea un éxito: en primer lugar, ambas partes siguen interesadas en jugar y, en segundo lugar, ambas partes respetan las reglas acordadas.
Así que antes de volver a entrar en este juego del amor, debes averiguar: ¿tienes una buena cualidad psicológica para soportar el golpe del fracaso del juego, porque aquí no puedes guardar y no puedes elegir empezar de nuevo? si pierdes, no podrás modificar tu carisma, tu resistencia, etc. Necesitarás mucha resistencia y paciencia para jugar un juego tan largo, potencialmente agotador y que requiere mucho tiempo.
Si tienes la suerte de ganar la primera batalla, no olvides el punto más importante: si tu oponente cumplirá las reglas y huirá como la última vez. No lo olvides: una vez que empiezas, es posible que no puedas terminar. Lo peor es que aunque no quieras jugar, la pereza te obliga a continuar y acabas jugando a un juego aburrido y sin esperanzas.