Trata tus propios defectos correctamente.
En primer lugar, debes aprender a ver tus propias ventajas. En la vida diaria, presta atención a descubrir tus propias fortalezas y aprovecharlas al máximo, lo que te traerá muchos beneficios.
Pero no te conformes con tus ventajas. Sus puntos fuertes pueden convertirse en algún momento en sus debilidades fatales. Hay una historia sobre un ciervo que vino al río a beber agua y vio las hermosas astas en el agua que sorprendieron a todos. Estaba tan orgulloso y embriagado. En ese momento, un animal hambriento viene corriendo hacia él y el ciervo puede convertirse en su comida. Entonces el cervatillo cruzó las piernas y corrió hacia el bosque, pero debido a la hierba alta y las ramas enredadas en el bosque, las hermosas astas del cervatillo se enredaron en las ramas. Antes de morir, el ciervo dijo: "Son todas las malditas astas las que me hacen daño". De esta historia podemos saber que nunca debemos estar demasiado orgullosos de nuestras ventajas, tal vez nos traiga un desastre.
En segundo lugar, también debemos tratar correctamente nuestros propios defectos. De hecho, las ventajas y desventajas no son absolutas y las desventajas pueden convertirse en ventajas en algún momento. Por lo tanto, cuando enfrentes tus propios defectos, no te rindas y no dudes en ver a los demás. Piénselo, ¿no es porque la curva no es recta que la gente puede sentir la belleza de sus extrañas curvas? ¿No es el peinado desigual que es popular hoy en día lo que le da un aspecto en capas? ¿No es la noche oscura la que nos permite apreciar las estrellas brillantes y la luna brillante? Por eso, no te sientas inferior y levántate con valentía, para que puedas comprenderlo correctamente y superarlo continuamente. Superarlo es fundamental.
Así que, si aprendemos a tratar correctamente nuestras fortalezas y debilidades, seremos más felices y podremos progresar rápidamente en el camino de la vida.