La carta de crítica de 800 palabras no decía que el estudiante tuviera un teléfono móvil.
Antes que nada, pido disculpas sinceramente. Debido a mi autoestudio de anoche, el jefe de turno confiscó mi teléfono celular mientras jugaba con él. Después de una noche de reflexión e introspección. Me doy cuenta profundamente de los errores que cometí.
En primer lugar, no se debe jugar abiertamente con el móvil en clase. Esto no sólo afecta a los estudiantes, sino que también trae problemas al trabajo de los profesores de turno.
La segunda es que, como cuadro de clase, no se toma la iniciativa ni se infringe la ley.
En tercer lugar, no me disculpé con el profesor a tiempo y luego admití mi error.
He reflexionado profundamente sobre estos puntos y me he dado cuenta seriamente de mis errores. Pero como dice el refrán, conocer los errores y poder corregirlos significa que no hay bien mayor. Por favor, dame una oportunidad, maestro. Lo prometo: no jugaré con mi teléfono móvil en público en el futuro y no haré nada que no esté relacionado con la clase. Estudiaré mucho, respetaré al profesor y me uniré a mis compañeros. Y le pedí a la maestra que me supervisara con toda la clase.
Finalmente me di cuenta de que estaba equivocado. Maestro, usted es un adulto, por favor devuélvanos su teléfono. Si coges dos lonchas a la vez no te servirá de nada y tampoco muy bueno. ¿Está bien? Gracias