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Cómo gestionar bien

1. Centrarse en los conceptos

Debería abandonarse el estilo paternalista feudal anterior de tratar a los puestos directivos como funcionarios y tratar a los empleados como herramientas. En cambio, debemos respetar el valor personal de los empleados, comprender sus necesidades específicas, adaptarnos al mecanismo de oferta y demanda del mercado laboral y diseñar e implementar racionalmente un nuevo sistema de gestión de empleados basado en el principio de selección bidireccional. Considerar a las personas como un capital importante de una empresa es la base de la ventaja competitiva, y este concepto debe implementarse en trabajos de gestión específicos, como el sistema de la empresa, el estilo de liderazgo y la remuneración de los empleados.

2. Establece metas altas

La clave para retener talentos es elevar continuamente los requisitos y brindarles nuevas oportunidades de éxito. Todo el mundo quiere ganar y amar los desafíos es una manifestación común de los buenos empleados. Si la empresa puede seguir estableciendo objetivos más altos, permanecerán. Como gerente, debe darse cuenta de que a medida que los empleados crecen, necesitan más oportunidades para usar su mente para ayudar a la empresa y ser reconocidos. Por lo tanto, debe crear y diseñar algunas oportunidades desafiantes para estimular a los empleados a buscar un mayor desempeño. Sólo cuando los empleados sientan que pueden recibir apoyo continuo en el trabajo y aprender constantemente cosas nuevas, permanecerán y serán más leales a la empresa.

Cumple tus promesas

Tal vez no recuerdas la promesa que le hiciste a alguien sin querer, o crees que esa promesa no es importante en absoluto. Pero debes recordar que tus empleados recordarán todo lo que les prometas. Como líder, cualquier acción aparentemente pequeña que usted realice tendrá un impacto en los demás miembros de la organización en cualquier momento. Debe ser consciente de estas influencias y, si hace una promesa, debe ser responsable de ella.

Si debes cambiar de plan, explícale el cambio a los empleados. Si no comunica o no comunica claramente los motivos del cambio, pensarán que está incumpliendo su palabra y, si esto sucede con frecuencia, los empleados perderán la confianza en usted. La pérdida de confianza a menudo resulta en una pérdida de lealtad de los empleados.