¿Cómo podemos superarnos a nosotros mismos?
Como muchos amigos confundidos, sólo al principio supe que esta no era la vida que quería y que ese no era el trabajo que me gustaba. De hecho, no sé qué tipo de vida quiero vivir ni para qué tipo de trabajo soy apto.
Es que en este proceso, además de ser infeliz, seguiré intentándolo y seguiré intentándolo. En mi tiempo libre estudio idiomas extranjeros, estudio otras especialidades y hago varios exámenes.
Probé todas las posibilidades disponibles en ese momento. He probado muchos tipos de trabajos, incluido empleado de hotel, administrador de foros, ventas, reportero de periódico, editor de sitios web... A veces cambio de trabajo cada tres a cinco meses. En innumerables luchas y fracasos, desafié mis límites una y otra vez. A través de constantes intentos, finalmente descubrí que escribir es lo mejor que puedo y lo que más me gusta.
Cuando me embarqué en el camino de la creación, nunca desperdicié los desvíos que tomé, los pozos en los que caí, los conocimientos que aprendí y la carrera que abandoné a mitad del camino. Se han convertido para mí en una rica biblioteca de material creativo, que me brinda conocimientos que van más allá de los de mis compañeros.
La vida es como una maratón, no te tiene que importar si vas por delante o por detrás. Lo más importante es encontrar la dirección correcta y seguirla poco a poco. Al igual que Kipchogg, sus brillantes logros provienen no sólo del talento, sino también de la acumulación a largo plazo de entrenamiento y pensamiento diarios. Cuando estableció otro récord mundial en el Maratón de Berlín de 2018, guardó 15 notas para registrar sus pensamientos.
Solía pensar que la competición deportiva era sólo un juego para aquellos con extremidades fuertes, pero detrás de cada victoria, hay una profunda sabiduría. No hay éxito sin pensar.