No puedo olvidar sus materiales de composición.
A veces es seria, a veces amable y un poco infantil. Lo que nunca olvidaré son sus ojos inteligentes, llorosos, como un manantial claro, que fluye lentamente a través de mi corazón.
Ella me enseñó incansablemente desde primer grado hasta quinto grado. Todavía recuerdo que una vez suspendí un examen de chino. Pensé que me criticaría severamente, pero no esperaba que simplemente me llamara silenciosamente a su oficina cuando estaba repartiendo papeles. Después de clase, tomé mi examen y llamé ansiosamente a la puerta de la oficina. El profesor Yao estaba sentado a la mesa y me vio llegar. Colocó los libros sobre la mesa y cordialmente me invitó a sentarme. Pero estoy nervioso. Mi corazón latía como un ciervo y la mano que sostenía el examen estaba sudando. Me quedé mirando al suelo, sin atreverme a mirar a la maestra. Ella pareció notar mi reserva y puso su mano sobre mi hombro casualmente, como si fuéramos buenas hermanas. Mi mente se relajó un poco. Tomó un sorbo de agua y dijo: "Aunque esta vez no te fue bien en el examen, la maestra cree que eres capaz. No decepcionarás a la maestra, ¿verdad? Después de escuchar esto, miré". ella con incredulidad. Ella sonrió, con expectación y confianza en sus ojos... Esto pareció darme mucha confianza, como un rayo de sol, brillando en mi corazón que se enfriaba, haciendo que se recuperara y sanara lentamente... Apreté los puños. Asintió vigorosamente. "Está bien, estudiemos el examen juntos y veamos por qué estamos equivocados, ¿de acuerdo?"
En el examen, dejó una nota y una explicación en tinta roja. Pero esta marca no solo permaneció en el examen, sino que también dejó una profunda huella en mi corazón. Desde entonces, ya sea que haya sido un éxito o un fracaso, nunca me he sentido desanimado ni orgulloso. ¡Es esa mirada de confianza la que me da fuerza y me impulsa a seguir adelante, seguir adelante, seguir adelante! Era un rayo de sol brillante que brillaba directamente sobre mi corazón. Las palabras, los ojos y las acciones alentadoras del Maestro Yao están grabados en mi corazón...
Ese sol brillante es un maestro maravilloso; ese sol suave ilumina mi corazón; ese sol cálido me calienta y me ilumina... .
Camino más y más bajo el sol...