Era inteligente (1)

Una cosa muy popular en Internet recientemente es el "Índice WeChat", que le permite ver el nivel de actividad de las palabras clave que ingresa. Obviamente, la forma en que WeChat saca conclusiones es analizando y elaborando estadísticas de "datos" relevantes. En la era de la inteligencia, o lo que se puede llamar la era del big data, los datos son sumamente importantes. Como estudiante de gestión de la información, debo admitir que no sé qué son los datos y solo tengo un concepto abstracto de la palabra.

En la sociedad moderna, los datos están en todas partes. Los más básicos son contenidos en forma de texto, imágenes, voces, vídeos, etc., como correos electrónicos, programas de televisión y datos sobre las propias actividades humanas, como itinerarios diarios y hábitos de vida. Los “datos” y la “información” a menudo se combinan, pero más precisamente, los datos valiosos constituyen información. La información existente en los datos debe ser analizada y extraída por talentos con conocimientos profesionales en campos relacionados. Sólo mediante el procesamiento profundo de la información (resumen) se puede formar conocimiento.

Los primeros humanos recogieron y resumieron datos sobre fenómenos naturales para comprender mejor el mundo que los rodeaba. El ejemplo más sencillo es el "Libro de los Cambios" de la antigua China. Aunque se trata de una adivinación supersticiosa, sus conclusiones debieron derivarse de la recopilación y estadísticas de innumerables datos, y tenía en su momento cierto carácter científico.

A menudo existen correlaciones inesperadas entre los datos (este punto de vista me ha impresionado profundamente recientemente, como la relación entre estética y política, economía, pensamiento, etc.). Los expertos pueden resumir los modelos matemáticos entre datos relacionados mediante análisis y estadísticas (como el Bagua en Zhouyi).