Material del paisaje de Ixiangxiang
Entiendo que el cariño familiar es como el polvo adherido a una estrella inmortal.
Tiene un par de ojos suspirantes de color gris. Obviamente es confuso, pero es muy simple y fácil de entender. Al igual que el circuito del cuerpo humano, obviamente es una estructura compleja, pero es el atajo más simple.
Recuerdo que te culpaba cuando era niño.
Obviamente hice algo mal, pero cuando me escondía en secreto debajo de la colcha y lloraba suavemente por las noches, tú me consolabas. Como no entendí, rápidamente me reí. Ahora me doy cuenta de que no puedo culparme.
Cuando era niño, recuerdo vivir solo en el campus. Aunque hay tantos compañeros conmigo, todavía me siento vacío. Sé que estás muy ocupado, pero todavía te extraño involuntariamente. Porque sé que no volveré a preguntar. Aunque a veces habrá algunas pequeñas quejas, todavía lo soporto.
Soy sensato y adulto, pero aun así te culparé.
Recuerdo que a medida que crecía, mis notas subían. Recuerdo que hubo un tiempo en el que mis notas bajaban a menudo. Cada vez que vuelvo a casa, tengo mi expediente académico en la mano y no quiero mostrárselo. Tengo miedo a la muerte, pero más miedo tengo al dolor. Después de cada pelea, la mirada de odio en mis ojos me hacía sentir avergonzada y sabía que había hecho algo mal. "¡No nos digas si reprobaste el examen en el futuro! Honestamente, no te venceremos". Cuando volví a reprobar el examen, saqué temblando la boleta de calificaciones de mi mochila, recordando que todavía era una bofetada. Honestamente te mostré el examen y dijiste que no me pegarías, pero... no lo refuté. Era tímido, así que fingía ser descuidado en la escuela. Soy una chica atrevida y alegre y te culparía pero sé que es mi culpa.
Crece y date cuenta de que te amo.
A medida que envejezco, me vuelvo más sensato.
No entrar en una buena escuela secundaria siempre ha sido una sombra. Cuando vuelvo a hacer algo malo, me gritas. Esa fue la primera vez que te respondí. Vaya, hay que negar la verdad una y otra vez. No estoy dispuesto a ceder. Quizás mi fase rebelde haya llegado temprano. Al pensar en el pasado, sentí un verdadero escalofrío por primera vez.
Sin embargo, después de una cuidadosa reflexión, me di cuenta de lo insignificante que era. No puedo ni sostener un grano de arena. Pero al mismo tiempo descubrí que para ti, además de la desgana y el odio, hay otra sustancia. Su nombre es amor. Recuerda, su nombre es amor.
Como soy tímido, nunca puedo decir: Te amo.
Me quejé y culpé, pero podía odiar cualquier cosa. Después del odio está el amor.
El amor de los padres por sus hijos no tiene precio, pero el amor de los hijos por sus padres siempre está comprometido. Esto es lo que dijo papá.
Las mejores cosas nunca se pueden conservar a tu lado, al igual que las relaciones bonitas, muchas veces son las más frágiles.
Desde el nacimiento del mundo, siempre hemos tenido con nuestros padres una deuda que nunca podremos pagar. Era una deuda de amor, cuyo monto exacto, si se midiera en algo tan vulgar como los billetes, nunca se sabría.