Red de conocimiento informático - Conocimiento sistemático - ¿Debería reformarse la creación de universidades y hospitales públicos que involucran a decenas de millones de personas?

¿Debería reformarse la creación de universidades y hospitales públicos que involucran a decenas de millones de personas?

La reforma es una tendencia general y un imperativo. También es la única solución para adaptarnos a los cambios de los tiempos y responder a diferentes desafíos en diferentes entornos. Sólo a través de la reforma podemos garantizar la vitalidad de una industria y un campo y evitar que sean eliminados por los tiempos. Por lo tanto, el establecimiento de universidades e instituciones médicas públicas no sólo debe cambiarse, sino que debe cambiarse.

En esta era, la economía de mercado debería dominar y el gobierno debería ser un gobierno orientado a los servicios en lugar de un gobierno que lo haga todo. Por lo tanto, la reforma antes mencionada del establecimiento de instituciones públicas es en realidad una autotransformación de las funciones gubernamentales. El gobierno actual ya no se ha hecho cargo plenamente del desarrollo del mercado como lo hizo en la era de la economía planificada, y no debería interferir demasiado en el mercado. Ahora todo debería dejarse en manos del mercado. La función del gobierno debería ser mantener el orden, no pagar salarios a estas unidades e imponerles regulaciones.

En los hospitales públicos suele existir una jerarquía casi cruel entre los médicos. Todos, como los actores de la burocracia, utilizan el pensamiento político para abordar cuestiones en el campo médico, lo cual es evidentemente inadecuado. La interferencia de las finanzas nacionales y de los gobiernos locales en el funcionamiento normal de los hospitales públicos es completamente perjudicial para el papel y el desarrollo continuo de los hospitales públicos.

Por un lado, el Estado da dinero en lugar de que el mercado decida cuánto dinero pueden obtener estos funcionarios públicos, lo que a menudo conduce a la deformación del sistema de evaluación y de los estándares. A los médicos no se les paga en función de sus capacidades en sus propios campos, sino que dependen de realizar exámenes nacionales para suavizar la relación entre superiores y subordinados. El papel del mercado está marginado y los pacientes médicos, que originalmente eran el cuerpo principal, no tienen voz. Esto provocará una inacción por parte del equipo médico y tampoco favorecerá su sana competencia interna.

Por otro lado, la financiación nacional no es necesaria en absoluto y no debería seguir asumiendo la cuestión salarial de este personal. Nuestras finanzas nacionales deben pagar la construcción de infraestructura, invertir en la construcción de la defensa nacional e invertir en proyectos de bienestar del pueblo. Y estos son el foco del trabajo gubernamental. Por lo tanto, para reducir mi carga, ya no es necesario pagar por estas personas.

Creemos que ante las grandes olas, las reformas permitirán que aquellos que son verdaderamente talentosos y capaces se queden, mientras que aquellos que no sean aptos serán eliminados.