¿Qué incluye la estrategia de conducción ecológica DRIVe de Volvo?
Volvo reduce el impacto medioambiental de sus productos de tres formas principales: aumentando la eficiencia de los motores de combustión interna, la hibridación y la electrificación. En las próximas décadas, estos tres enfoques coexistirán y cambiarán de importancia. El objetivo es reducir gradualmente el consumo de combustible y las emisiones a los niveles requeridos por el gobierno, los clientes y el medio ambiente. Para mejorar la eficiencia, Volvo utiliza motores turboalimentados desde 1980. El Volvo 240 Turbo era un auténtico coche de altas prestaciones de su época. En los últimos años, hemos estado utilizando el motor T6 en el S80L y el XC60, y el motor fue nombrado uno de los diez mejores motores de Ward en 2011. El último logro de Volvo es el
2.0 GTDi, que es una solución ideal para garantizar un alto rendimiento de conducción y respeto medioambiental al mismo tiempo. La turboalimentación y la inyección directa mejoran la eficiencia, mientras que la pequeña cilindrada reduce el consumo de combustible y las emisiones. En el Salón del Automóvil de Ginebra de 2011, Volvo Cars lanzó el Volvo híbrido enchufable
V60, un coche híbrido que puede producirse en masa con una emisión media de dióxido de carbono inferior a 50 por kilómetro
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G, el consumo de combustible cada 100 kilómetros es de sólo 1,9 litros. Si la batería se carga con energía renovable, sus emisiones de CO2 son cero. En 2012, Volvo será el primer fabricante en producir en masa vehículos híbridos. En 2013, Volvo comenzará a lanzar el coche eléctrico C30, que puede alcanzar una velocidad máxima de 130 kilómetros por hora. Si para la carga se utiliza electricidad procedente de fuentes renovables, las emisiones de CO2 durante la conducción son prácticamente nulas. Pero su rendimiento de conducción es tan bueno como el del C30 normal. El gobierno chino aumentará la inversión en vehículos eléctricos y vehículos de nueva energía en la próxima década, y los proyectos de vehículos híbridos Volvo V60 y eléctricos C30 también siguen esta tendencia. El objetivo de Volvo es lograr una emisión media de CO2 de 90-100 gramos por kilómetro en todos los modelos para 2020 y, en última instancia, alcanzar cero emisiones para que podamos liderar el camino en la protección del medio ambiente. A largo plazo, el objetivo de Volvo es producir automóviles que no emitan gases nocivos ni dióxido de carbono.