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El fraude al consumo, como su nombre indica, es un fraude que existe en el ámbito del consumo. El fraude al consumidor es un método despreciable utilizado por empresarios sin escrúpulos para promocionar sus productos y servicios. El objetivo es eliminar a los competidores, apoderarse del mercado y así obtener grandes beneficios. Para los consumidores, el fraude al consumidor infringe gravemente su derecho al conocimiento y al comercio justo, impide que los consumidores obtengan productos y servicios satisfactorios a través de transacciones y daña sus derechos e intereses legítimos para el orden económico del mercado, el uso de productos y servicios fraudulentos promovidos a través de; Los medios fraudulentos suelen ser de baja calidad y baratos. Los operadores sin escrúpulos utilizan medios fraudulentos para apoderarse maliciosamente de cuota de mercado, perturbando el orden comercial normal y provocando una competencia desleal.
En primer lugar, el defraudador tiene la intención subjetiva de cometer fraude. La intención de defraudar significa que la parte defraudadora sabe que la situación que le contó a la otra parte es falsa y llevará a la persona defraudada a una comprensión equivocada, y espera o permite que se produzca este resultado. La parte defraudadora tiene una intención subjetiva maliciosa de cometer fraude. En la mayoría de los casos, la intención subjetiva del defraudador de cometer fraude es muy obvia y fácil de identificar, pero en algunos casos es difícil de identificar. Por ejemplo, cuando un vendedor vende un producto y hace una declaración a un consumidor, el vendedor no está seguro de la autenticidad de la declaración, pero aun así hace la declaración al consumidor, lo que hace que el consumidor caiga en error debido a la falsedad de los hechos relatados. En este caso, el autor cree que la parte que hace la declaración, es decir, el vendedor, tiene la intención de engañar porque el vendedor no puede determinar si la declaración es verdadera y no puede exponer los hechos verdaderos a los consumidores. Al hacer una declaración, el vendedor debe saber que si el hecho es falso, dará lugar a que los consumidores lo entiendan mal. Por lo tanto, en este caso, se puede considerar que el vendedor tiene la intención de engañar a otros.
En segundo lugar, la parte fraudulenta cometió un acto fraudulento. El comportamiento fraudulento en la vida real se manifiesta principalmente al informar deliberadamente a la otra parte de información falsa u ocultar deliberadamente la verdadera situación para inducir a la otra parte a expresar una intención incorrecta. Informar intencionalmente información falsa significa declarar hechos falsos, como describir productos inferiores como productos de calidad nacional; ocultar intencionalmente la situación real significa que el vendedor tiene la obligación de informar sinceramente a los consumidores sobre la situación real pero no los informa deliberadamente. De acuerdo con las disposiciones pertinentes de la Ley de Protección de los Derechos del Consumidor, los operadores deberán proporcionar a los consumidores información verdadera sobre bienes o servicios y no harán propaganda engañosa. En consecuencia, los operadores tienen la obligación de declarar verazmente información sobre los bienes a los consumidores. Esta obligación es una obligación legal que los operadores deben cumplir. La violación de esta obligación constituirá fraude.
La campaña de telefonía móvil gratuita de China Mobile es un plan publicitario, y ambas partes han llegado a un consenso sobre la base de que no hay ocultamiento, por lo que no se puede considerar fraude.