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¿Por qué los fabricantes de automóviles invierten en coches de carreras?

Audi y Maserati son las últimas empresas en anunciar su entrada en la competición de carreras, y la relación entre los coches urbanos y los de competición es más profunda de lo que se podría pensar.

Todo el mundo sabe que las carreras son un deporte caro. Los equipos tienen que invertir un montón de dinero para contratar a los mejores trabajadores, otro para construir los mejores coches y otro para competir carrera tras carrera alrededor del mundo. Incluso con acuerdos de patrocinio muy ambiciosos, es difícil llegar a fin de mes.

Al mismo tiempo, todo el mundo sabe que la industria del automóvil está atravesando un punto de inflexión en estos momentos. Los fabricantes de automóviles están presionando por la electrificación, pero las cosas todavía no van tan bien como se esperaba y los fabricantes de automóviles necesitan invertir mucho ahora y esperar que la demanda aumente. Sin embargo, algunos de sus fabricantes también están dispuestos a invertir en coches de carreras. ¿Por qué?

El automovilismo es más que un simple deporte

Para los fabricantes de automóviles, la presión es alta en ambas áreas: autos urbanos y autos de competición, pero la presión en cada área también es alta. diferente. Los coches urbanos tienen que ser rentables, por eso los fabricantes de automóviles hacen todo tipo de concesiones. Algunos automóviles intercambian rendimiento por kilometraje, mientras que otros buscan ganancias maximizando el espacio interior. Es imposible hacer que un coche funcione bien en todos los aspectos.

La situación es diferente cuando se trata de carreras, ya que se utilizan los mejores coches. Para reducir el peso, mejorar la aerodinámica y aumentar la potencia, el equipo ha llevado a cabo un trabajo detallado en cada componente y ha optimizado el coche de varias maneras respetando las reglas de la competición.

El motor es un ejemplo que ilustra claramente la diferencia entre los coches urbanos y los de competición. En los coches urbanos sus prestaciones son menores al estar sujetos a años y miles de kilómetros de uso habitual. A su vez, el motor de carreras ofrece el máximo rendimiento a costa de durar una o dos carreras. Es un contexto completamente diferente.

El deseo de campeonatos lleva a los fabricantes de automóviles a investigar nuevas tecnologías que, con los ajustes adecuados, eventualmente se traducirán en automóviles de producción. La mayoría de empresas cuentan con un departamento dedicado a esta tarea. Reinterpretaron su nueva solución para hacerla lo suficientemente confiable y asequible para usarla todos los días.

Por ejemplo, Audi y Porsche han utilizado tecnologías híbridas y diésel. Honda desarrolla muchas piezas de repuesto basadas en piezas que funcionan bien en modelos de la competencia. Innumerables fabricantes de automóviles han diseñado modelos de automóviles basándose en principios aerodinámicos, que se pusieron en práctica por primera vez en competición.

Los deportes de motor tienen fanáticos apasionados en todo el mundo, y ganar una carrera tras otra causará revuelo en todo el mundo. Esto siempre afectará el campo de los autos urbanos hasta cierto punto, porque los fanáticos automáticamente anuncian autos de campeonato.

El automovilismo es una herramienta específica de homologación

Este tema nos lleva inevitablemente a un tiempo y espacio concreto, ya en los años 1970 y 1980, cuando la categoría de competición automovilística exigía a los fabricantes construir un cierto número de coches para uso urbano. Dicho esto, estos coches están optimizados en gran medida para un uso urbano.

Dado que los coches urbanos típicos no eran adecuados para las carreras, los fabricantes de automóviles crearon coches de carreras que podían circular por las calles de la ciudad. Esto les ha permitido crear maravillas como el Peugeot 205 T16 y el Ford Escort Cosworth, sin olvidar el primer BMW M3 (Fotos | Configuración | Consulta) y el Subaru Impreza WRX.

En la actualidad, este requisito de competición prácticamente ha desaparecido, pero el concepto todavía existe, y la integración de las dos versiones del coche tiene importantes beneficios.

Aunque antes dijimos que las carreras son un deporte, debemos admitir que es un deporte de lujo. Tener esto en cuenta es clave para comprender lo que están haciendo los fabricantes de automóviles en este momento. Aston Martin, Mercedes AMG y muchos otros están utilizando su influencia en la competencia global para comercializar sus modelos urbanos entre clientes adinerados.

Esto es más importante que nunca porque el mercado del automóvil está experimentando cambios complejos. El auge de la electrificación coloca a los fabricantes de automóviles tradicionales en muchos sentidos al mismo nivel que los fabricantes de automóviles más nuevos.

A partir de ahora, podemos esperar que los coches de carreras y urbanos fortalezcan aún más sus vínculos.

La mayoría de las empresas han visto que esta integración aporta valiosos beneficios prácticos, mientras que el atractivo emocional de la marca ayuda a atraer nuevos clientes.