Cómo lidiar con el profesor de la clase que obliga a los estudiantes a dar regalos
Enseñar y educar a la gente es algo muy glorioso, pero. El maestro de la clase obligó a los estudiantes a darle un regalo, lo cual fue una búsqueda candente en la lista. Este incidente también provocó que mucha gente gritara. Entonces, ¿debería dar regalos a los profesores?
Nuestro país tiene regulaciones claras que prohíben a los maestros aceptar sobres rojos o obsequios en privado. Obligar a los estudiantes a dar obsequios es una violación de la ley. Aunque este maestro ha sido despedido, todavía causó muchos problemas. . El fenómeno de dar obsequios a los profesores también es muy común en la sociedad. Muchos padres utilizarán cualquier medio para dar obsequios a los profesores con el fin de considerar el rendimiento académico de sus hijos y dejar que los profesores los cuiden más. Este tipo de cultura es extremadamente mala y viola gravemente la ética profesional. En el aula, la tarea de los estudiantes es escuchar atentamente y tomar notas. La tarea del maestro es enseñar y educar a las personas, y compartir el conocimiento que han aprendido con los estudiantes lo mejor que puedan, en lugar de comenzar un poco en secreto. hablar, o incluso dar conferencias adicionales en forma de obsequios, no está permitido dar conocimientos a los estudiantes, y también es muy objetable que los padres den obsequios a los profesores.
Cada uno puede entender que el llamado regalo es, en última instancia, para sus propios hijos. Sin embargo, este enfoque es inapropiado y puede llevar fácilmente a una mentalidad de comparación en los estudiantes. Algunos profesores incluso se enorgullecen de ser restringidos, creando una atmósfera social extremadamente insalubre. La educación es importante, pero lo que perseguimos sí lo es. La educación saludable, en lugar de depender de este tipo de obsequios para lograr un mejor método educativo, este modelo educativo está deformado. Es más, el director obliga a los estudiantes a dar obsequios. En primer lugar, los estudiantes no tienen recursos económicos y solo pueden confiar en sus padres para dar obsequios a los profesores.
¡Los gusanos de seda de primavera no se acabarán hasta que mueran, y las antorchas de cera no se secarán hasta que se conviertan en cenizas! Este es un retrato real de los maestros. Los maestros son una profesión noble, al igual que los jardineros son flores. Sólo los jardineros que cuidan cuidadosamente las flores pueden hacerlas prosperar. Deberíamos resistir este mal ambiente social.