Red de conocimiento informático - Material del sitio web - Epidemiología de la fiebre hemorrágica del Ébola

Epidemiología de la fiebre hemorrágica del Ébola

El brote del virus del Ébola estalló en Guinea en diciembre de 2013. Actualmente, la epidemia se ha extendido a cuatro países: Guinea, Liberia, Nigeria y Sierra Leona. La OMS afirmó el 11 de agosto, hora local, que actualmente hay 1.848 casos registrados de infección, entre casos sospechosos y confirmados, de los cuales 1.013 han fallecido. Este es el peor brote de Ébola registrado hasta la fecha.

1. Fuente de infección

El virus del Ébola es un patógeno que afecta a humanos y animales. Hay diferentes especies de murciélagos frugívoros en el centro y sur del África sahariana que pueden portar el virus. Los brotes pueden ser causados ​​por transmisión de persona a persona, a menudo desde reservorios de animales salvajes a humanos, con variantes del virus que son genéticamente casi idénticas y similares al brote actual en África occidental. Según las últimas noticias, la primera persona infectada en esta epidemia fue un niño de 2 años que se infectó con el virus del Ébola a través del contacto con murciélagos.

2. Vía de transmisión

El virus del Ébola no se puede transmitir a través de gotitas, por lo que no es tan contagioso como el sarampión o la gripe. Las personas con sarampión o gripe pueden transmitir el virus antes de que desarrollen síntomas, y las personas con Ébola son contagiosas sólo después de que desarrollan síntomas.

El contacto directo con las secreciones de una persona infectada, como la saliva, es la forma básica de propagación del virus del Ébola. Pero el Ébola no se puede transmitir mediante la tos o el estornudo, ni tampoco mediante contacto casual. Se transmite a través de las secreciones del paciente como vómitos, diarrea o sangre, pudiendo también transmitirse por contacto directo. También se puede transmitir a través del contacto directo con la saliva, el sudor y las lágrimas del paciente.

3. Grupos susceptibles

Porque sólo aquellos pacientes que presentan síntomas son contagiosos. Los infectados por el virus son principalmente personal médico encargado de cuidar a los pacientes y familiares que tienen contacto cercano con los pacientes. Otra forma de infectarse es a través de familiares que manipulan cadáveres, así como de aquellos que comen murciélagos frugívoros, antílopes u otros animales que puedan estar infectados con el virus.