En el Atlántico Norte, a unos 100 kilómetros de Halifax, en el este de Canadá, se encuentra la "Isla Sabi". ¿Cuál es el horror de esto?
Según investigaciones de historiadores geológicos, el área y ubicación de esta isla ha ido cambiando constantemente a lo largo de miles de años debido al violento impacto de enormes olas. Comenzó como un banco de arena de 120 km de largo y 16 km de ancho, formado por la acumulación de sedimentos arenosos. En los últimos 200 años, la isla se ha desplazado 20 kilómetros hacia el este y ha acortado su longitud casi a la mitad. Ahora la isla tiene sólo 40 kilómetros de largo pero menos de 2 kilómetros de ancho. Parece una luna creciente alargada. Toda la isla es un trozo de arena fina, muy desolada y aterradora. No hay árboles altos, sólo algo de hierba de playa y arbustos bajos.
La isla se encuentra cerca de importantes rutas desde Europa hacia Estados Unidos y Canadá. Muchos barcos han naufragado en las aguas cercanas a esta isla a lo largo de la historia, y los hundimientos de barcos también se han producido con frecuencia en los últimos años.
En el Atlántico Norte, a unos 100 kilómetros de Halifax, en el este de Canadá, en la mitad norte de América del Norte, hay una isla que asusta mucho a la tripulación. La palabra "Isle Sebou" significa "arena" en francés, que significa "isla de arena". El nombre se lo dieron originalmente los marineros franceses.
Se puede ver en las cartas dibujadas por algunos países que varios símbolos de naufragios están densamente distribuidos alrededor de la isla, especialmente en los extremos este y oeste de la isla. Se estima que murieron más de 500 barcos, incluidos veleros antiguos y barcos modernos, y un total de más de 5.000 personas murieron. Por eso algunos miembros de la tripulación le tenían mucho miedo a esta isla y la llamaron "Isla de la Muerte". En Occidente circulan ampliamente muchos mitos y leyendas extraños sobre la "Isla de los Muertos", que da mucho miedo escuchar. El enorme desastre que la "Isla de la Muerte" provocó a la tripulación inspiró a los científicos a explorar sus misterios.