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El misterio sin resolver del Proyecto Ozma

Científicos americanos afirmaron recientemente que civilizaciones extraterrestres con inteligencia avanzada podrían establecer contacto entre sí transmitiendo señales a otras estrellas, algo muy similar al Internet utilizado por los humanos. Pero la diferencia es que los extraterrestres han establecido una Internet cósmica más avanzada.

John Leander, científico de la Universidad de Hawaii en Estados Unidos, y sus colegas están trabajando en el estudio de señales extraterrestres, centrándose en estrellas variables cefeidas con patrones de luminiscencia variables. La razón por la que se eligieron las estrellas variables Cefeidas como objeto de investigación es principalmente porque su brillo es lo suficientemente fuerte como para garantizar que los humanos aún puedan verlas desde una distancia de 60 millones de años luz. Lend dijo: "Si realmente hay una señal extraterrestre, podemos utilizar los datos estelares existentes para analizarla".

Los investigadores explicaron que al golpear una variable cefeida con un haz de energía, puede causar que su núcleo se calienta y se expande, provocando que vibre. El método más probable de impacto energético es disparar un rayo de partículas de alta energía, como los "neutrinos", hacia la estrella variable Cefeida. Eso acortaría el período de luz de la estrella variable. Esto es lo mismo que usar corriente eléctrica para estimular regularmente el corazón humano y promover los latidos. El período normal y el período acortado pueden sustituirse por los códigos binarios "0" y "1" respectivamente. De esta forma, se puede transmitir información de un lado a otro dentro de la red de la Vía Láctea o entre estas Cefeidas. "La belleza de esta idea es que ya tenemos datos de un siglo sobre los cambios de brillo de las Cefeidas", dijo Leander, "por lo que esta idea puede verse como una nueva forma de detectar señales extraterrestres".

Según análisis y cálculos de los científicos, basados ​​en un promedio de 30 mil millones de estrellas en una galaxia, las estrellas con sistemas planetarios como el Sol representan alrededor de 25, o 7,5 mil millones de estrellas. Si estas estrellas tienen sólo 1,7 planetas con potencial para convertirse en algún tipo de "biosfera", entonces podría haber 1.300 millones de planetas similares a la Tierra en la Vía Láctea. Teniendo en cuenta otros factores en la evolución de la vida y la civilización, se estima que debería haber 32.500 planetas en la Vía Láctea con formas de vida comparables a las de la Tierra. Desde 1995, se han descubierto uno tras otro planetas fuera del sistema solar y se han descubierto más de 40 tipos de moléculas interestelares, muchas de las cuales pueden convertirse en materiales para la vida. Por lo tanto, muchos científicos creen que hay "amigos íntimos" humanos en las profundidades del universo y una "sinfonía de vida" fuera de la tierra. ¿Pero dónde se esconden exactamente los extraterrestres? ¿Cómo son sus formas de vida? Todos estos problemas están atrayendo a la gente a utilizar continuamente los logros de la ciencia y la tecnología aeroespaciales para buscar rastros de criaturas inteligentes extraterrestres y civilizaciones extraterrestres.

Desde la década de 1950, muchos países han comenzado a utilizar el método de monitorear ondas de radio transmitidas desde más allá de la Tierra para buscar pistas de "alienígenas". En 1960, Estados Unidos formuló el proyecto "Ozma", que utilizaba observatorios de radioastronomía para monitorear las ondas de radio de dos constelaciones del universo, pero no se obtuvieron resultados. El proyecto "Mita" se implementó en 1985 y utilizó 840 canales de radio para escanear objetos cósmicos. Su escala equivale a completar 1 millón de proyectos "Ozma" en un minuto. En 1992, Estados Unidos implementó el proyecto "Phoenix" para buscar criaturas inteligentes en el espacio exterior, utilizando los telescopios astronómicos y radiotelescopios más grandes de la época para buscar señales de radio de diferentes longitudes de onda de varios cuerpos celestes del universo. Además, Estados Unidos también envió un telegrama compuesto de números binarios desde el observatorio a los extraterrestres en el universo en noviembre de 1974, transmitiendo el mensaje de los humanos en la Tierra, pero aún no hay noticias.