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Desarrollo de chips cerebrales

Los técnicos esperan desarrollar computadoras que puedan aprender como el cerebro humano. Se puede programar un iPhone o un servidor de Google para predecir y determinar el comportamiento en función de eventos pasados. La tecnología desarrollada por IBM y otras empresas y laboratorios universitarios gira en torno a la "computación cognitiva", que mejora la capacidad de un chip para procesar información inesperada. IBM desarrolló los chips porque potencialmente podrían ayudar a procesar señales del mundo real, como temperatura, sonido o movimiento, para mejorar la funcionalidad de la computadora.

IBM, con sede en Nueva York, es líder en la combinación de infraestructura física, como centrales eléctricas o semáforos, con tecnología de la información, como servidores o software, para ayudar a gestionar sus funciones. Programas de investigación como este pueden conducir a mejores herramientas para monitorear la gran cantidad de señales analógicas que existen en estos entornos. El líder del proyecto de desarrollo de chips de IBM, Dharmendra Modha, dijo que los componentes del nuevo chip son como células nerviosas digitales y sinapsis digitales, por lo que son diferentes de otros chips. Cada núcleo, o motor de procesador, tiene capacidades informáticas, de comunicaciones y de almacenamiento. Dijo: "Tuvimos que desechar todo lo que sabíamos sobre el diseño de chips. La diferencia clave era la memoria y el procesador, que estaban muy estrechamente acoplados. La escala de computación paralela en estos chips puede describirse como 'enorme'". /p>

En 2009, IBM anunció que había utilizado con éxito una supercomputadora para simular la corteza cerebral de un gato. La corteza cerebral es el lugar del pensamiento y del razonamiento lógico. La simulación de la corteza cerebral del gato y el desarrollo de nuevos chips forman parte del mismo proyecto de investigación. Con la ayuda de supercomputadoras con un rendimiento superior, IBM simuló con éxito el 40% del cerebro de un ratón en 2006, todo el cerebro de un ratón en 2007 y el 1% de la corteza cerebral humana en 2009. La bióloga estadounidense Jelle Atema completó un experimento asombroso en 2006: implantar un componente electrónico en el cerebro de un cazón para influir en el comportamiento del tiburón.

Cuando Gil Atma operó el control remoto, el tiburón pareció oler algo que no existía en absoluto. Por ejemplo, al presionar la tecla "derecha", la zona del cerebro del tiburón que normalmente procesa la información olfativa de la fosa nasal derecha será estimulada por una corriente eléctrica. Como si el tiburón realmente oliera comida atractiva en la fosa nasal derecha, su cerebro se vuelve gris. Las células de materia comienzan a operar y envían señales a la fosa nasal derecha. Da la orden de comerte. Entonces el tiburón realmente nadó hacia la derecha. Pero Gil Atma también señaló que actualmente no puede controlar completamente el cerebro del tiburón y solo puede controlar los giros hacia la izquierda y hacia la derecha del tiburón.

John Chapin también completó experimentos similares en ratones.

En 1920, el biólogo Walter Hess utilizó corriente eléctrica para estimular el cerebro del gato y logró convertir un gato originalmente dócil en uno feroz y agresivo.

En 1950, el experto en cerebro José Delcado se hizo famoso con una película que registraba sus propias escenas taurinas. En la película, un toro corrió hacia él. Cuando el toro casi lo corneó, encendió el control remoto... El toro de repente pareció asustado y se dio la vuelta. El primer chip cerebral humano apareció en 1950. José Delcado intentó realizar esta operación en humanos: cambiar el estado de ánimo de una persona estimulando ligeramente una determinada parte del cerebro humano e incluso controlando un brazo o una pierna. El experimento finalmente se canceló porque no era ético.

Pero desde entonces, se ha demostrado que el método de estimulación del cerebro con corriente eléctrica sirve para tratar determinadas enfermedades. Por ejemplo, los implantes cocleares, que comenzaron hace más de 30 años, pueden devolver algo de audición a algunas personas sordas.

En la actualidad, la investigación en este campo ha vuelto a ser un tema candente. Algunos científicos incluso imaginan dispositivos que permitirían a las personas controlar el funcionamiento de las máquinas con sus pensamientos. Algunos pacientes paralizados lo han logrado con éxito utilizando electrodos implantados en sus cerebros.