Los materiales de escritura de novelas universitarias describen los detalles de las manos.
El material de escritura describe los detalles de las manos
Sus manos son del tamaño de un pequeño abanico de hojas de espadaña, cada dedo es tan grueso que parece imposible doblarlo, y el La piel está arrugada y un poco como la corteza de un árbol.
Las arrugas de estas manos son tan numerosas y profundas, como las viejas raíces de los árboles excavadas en la montaña.
Los dedos de esta niña son largos y delgados, como las puntas de los nuevos brotes de bambú después de la lluvia.
Las manitas regordetas de la niña eran como capullos de raíz de loto, con cuatro hoyos profundos en el dorso de sus manos.
Los dedos de la pequeña son largos y finos, como las puntas de los nuevos brotes de bambú después de la lluvia.
Sus manos eran tan peludas como garras de oso.
Sus dedos eran tan gordos que formaban un círculo donde cada pequeño hueso se unía a otro, casi como una ristra de salchichas cortas.
Dos manos gordas, grandes y con dedos cortos y bonitas puntas demuestran que está muy sana.
Las manos de papá están cubiertas de arrugas y callos y se ven muy ásperas, pero se sienten cálidas y fuertes.
Tenía las manos muy ásperas, con varias grietas y un poco de sangre, y los muchos callos en sus manos eran muy gruesos.
Las manos de papá tienen varias venas azules obvias que sobresalen en el dorso de la mano. La palma de la mano es amarilla, el dorso de la mano es de color madera claro y las venas de la palma son muy profundas.
Sus manos no son tan delicadas como las de un escultor, ni tan delicadas como las de un arquitecto, ni tan extraordinarias como las de un pintor, pero estas manos me dan calidez.
Sus manos eran grandes, con articulaciones salientes y de color gris. Las palmas estaban cubiertas de callos y parecían rastrillos de hierro cubiertos de óxido.
Mamá no sabe disfrazarse ni bailar, pero tiene un par de manos hábiles. Las manos de mamá son delicadas y flexibles, y sus dedos blancos y suaves son aún más llamativos. Cuando mi madre tejía un suéter, sus dedos se movían como lanzaderas, lo cual era deslumbrante. Después de un rato, tejía una pieza grande.
Las manos de mi madre son fuertes, poderosas y cálidas. Me sostienen y me alientan.
Blancas y bien definidas, las manos de los niños son las más bonitas.
Tiene un par de manos pequeñas que parecen talladas en marfil y uñas bien cuidadas y brillantes.
Las manitas son redondas y gordas, como fideos blancos fermentados.
Esas dos manos eran sumamente hermosas, estrechas y esbeltas, pero regordetas y blancas, y sus uñas brillaban con una luz azul, suaves y brillantes. Sus uñas eran brillantes, con puntas finas, cortadas en forma de almendra y más limpias que el marfil.
Tengo las manos ásperas por el trabajo, pero mi piel es clara. Como un loto de agua. Las venas verdes son apenas visibles.
Las manos de mi madre me traerán calor en el frío invierno; las manos de mi madre me traerán frescor en el caluroso verano; cuando tenga éxito, las manos de mi madre me darán alabanza y aliento; Las manos de mi madre me darán confianza y coraje.