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¿Cómo afrontar la conducta de llanto de los niños para conseguir sus objetivos?

Los padres deben aprender a decir no ante el llanto irrazonable de sus hijos.

La crianza de los hijos es una tarea muy ardua. Además del amor y la protección, los padres deben aprender a adaptarse a los cambios en la educación de sus hijos, y deben respetar los principios.

En primer lugar, los padres deben comprender su propia posición, educar a sus hijos desde pequeños para que respeten las reglas, dejarles aceptar los contratiempos adecuados y hacerles comprender la verdad de las cosas, para que puedan ayudar a sus hijos. los niños crecen sanamente. En muchos casos, los padres no deberían simplemente tratar a sus hijos como a niños: en realidad son muy inteligentes y podrán observar palabras y emociones cuando sean muy pequeños.

Para los niños, llorar es el primer "método de enseñanza" que dominan. Incluso antes de poder hablar, los niños saben cómo expresar su insatisfacción llorando. Si un niño consigue su objetivo llorando por primera vez, se acostumbrará a este comportamiento. Finalmente, aprenda a utilizar el llanto para "llegar a un acuerdo" con los padres.

Como resultado, algunos niños empiezan a llorar cuando ven su juguete favorito en el centro comercial. Saben que sus padres se comprometerán y eventualmente se irán a casa con el juguete en sus brazos. Los padres deben reflexionar en este momento. Cuando su hijo logró su objetivo llorando por primera vez, ¿se comprometió?

En segundo lugar, ante este tipo de fenómenos, los padres deben aprender a decir no, y al decir no, deben razonar con sus hijos para que comprendan por qué son rechazados. No siempre piense que su hijo todavía es joven e ignorante. La capacidad de comprensión de su hijo definitivamente está más allá de su imaginación.

En tercer lugar, algunos padres dijeron que no podían soportar ver llorar a sus hijos y tenían miedo de que les hicieran daño, por lo que transigieron. Es comprensible que los padres amen a sus hijos, si realmente quieren el bien de sus hijos, deberían hacerles distinguir el bien del mal y cómo afrontar los reveses desde el principio. Después de todo, el niño eventualmente crecerá y eventualmente entrará solo en la sociedad. Cuando llegue el momento, ¿quién pagará por su llanto?

En definitiva, si los padres realmente quieren el bien de sus hijos, deben aprender a decir no ante el llanto de sus hijos.