Composición china (¡solo un esquema y materiales son suficientes!)
Los lugares familiares también tienen escenario
La vida inteligente baila a tu alrededor. En el lugar con poca luz, en el lugar más familiar, comienza silenciosamente una pieza musical sobre la vida. ——Inscripción
Era otra noche lluviosa. Como de costumbre, arrastré mis pasos pesados hacia la parada del autobús. En esta ciudad, la gente que puede permitirse la vida nocturna no parece necesitar transporte barato como los autobuses. Así que me senté solo en la estación, esperando el último autobús. Ráfagas de viento silbaban en mis oídos. Aunque era verano, la noche lluviosa todavía era fría. Las sombras arremolinadas de los árboles cambian de silueta con el viento, sí, este árbol está borracho. Miré con atención y descubrí que en la oscuridad había alguien en la estación conmigo. ¿Un gorrión? ¿Estás atrapado por la lluvia y no puedes volar alto? Miré con curiosidad a mi silencioso compañero, sólo para descubrir que también me estaba mirando a mí. ¡Por un gorrión, que parece incapaz de distinguir en la oscuridad, me confundió con un árbol! Este gorrión ciego saltó sobre mis pies y muslos. Contuve la respiración e hice lo mejor que pude para fingir ser un árbol, y me susurró. Me acabo de dar cuenta de que el canto de los gorriones es tan hermoso por la noche.
Poco a poco, parece que me he convertido en un árbol. Le abrí los brazos para que viviera, charló y se enamoró de mí en la "rama". Dijo que la lluvia le empapó las alas, y no podía abrir las alas para volar, dijo que el fuerte viento aprovechó su lentitud y trató de enviarlo lejos, pero no quiso, así que voló contra el cielo; viento; dijo que el relámpago estaba celoso de su fuerza y se engañaba. Derribalo, y mirará hacia el relámpago y galopará por el campo de batalla aéreo. No tiene caballo de guerra, pero tiene un poder infinito. Aunque es pequeño, es fuerte e indomable. Admiro su apariencia heroica, por eso lo elogio por su fuerza, por eso tomo su mano y lo siento. Esa suavidad y fuerza. Esto hizo que la estación de autobuses que conocía se convirtiera en el lugar donde nos encontramos y nos conocimos. Finalmente llegó el coche. Me paré en la silueta del árbol y le dije adiós. Inclinó la cabeza y me miró, sin entender por qué me moví o por qué podía irme. Hago una cita con él y nos vemos la próxima noche lluviosa. Extraño su flexibilidad y fuerza.
Dándose la vuelta y mirando el lugar familiar, los gorriones se alejaron a la sombra de los árboles. Ese paisaje será inolvidable para siempre.