Introducción a la permitividad relativa
El desplazamiento eléctrico es proporcional al campo eléctrico. Por tanto, la permitividad relativa y el potencial eléctrico χe tienen la siguiente relación: εr = 1 + χe.
Los dieléctricos son en su mayoría aislantes. Los ejemplos incluyen porcelana (loza), mica, vidrio, plásticos y diversos óxidos metálicos. Algunos líquidos y gases son buenos materiales dieléctricos. El aire seco es un buen dieléctrico y se utiliza en condensadores variables y algunos tipos de líneas de transmisión. El agua destilada es un buen dieléctrico si se mantiene libre de impurezas, con una permitividad relativa de aproximadamente 80.
Los dieléctricos tienen la propiedad de hacer que un espacio sea más grande o más pequeño que su tamaño real. Por ejemplo, cuando se coloca un material dieléctrico entre dos cargas, se reduce la fuerza que actúa entre ellas, como si se separaran. Cuando una onda electromagnética pasa a través de un dieléctrico, la velocidad de la onda se reduce, haciendo que se comporte como si tuviera una longitud de onda más corta.
Desde una perspectiva eléctrica, la permitividad relativa es una medida del grado en que una sustancia concentra líneas de flujo electrostático. Más precisamente, es la relación entre la energía eléctrica almacenada en un aislante cuando se le aplica un campo electrostático en relación con el vacío (que tiene una permitividad de 1). De esta manera, la permitividad relativa también se convierte en la permitividad electrostática relativa.