Los niños son adictos a los dibujos animados. ¿Cuáles son los peligros de que los niños vean dibujos animados con frecuencia?
Cuando los niños ven dibujos animados, el principal peligro es reducir su capacidad de atención. Los niños pueden concentrarse cuando miran dibujos animados, porque los colores brillantes y las imágenes en constante cambio de los dibujos animados pueden atraer fácilmente la atención de los niños, pero este tipo de atención es atención pasiva, mientras que escuchar clases y hacer la tarea requiere que los niños la concentración activa sea atención activa. Si se estimula la atención pasiva de los niños durante mucho tiempo, su capacidad para controlar activamente su atención se debilitará cada vez más, lo que provocará fenómenos como gritar fuerte, responder preguntas irrelevantes, ser incapaz de recordar el contenido de la clase y ser fácilmente perturbado y distraído durante tareas. Todas estas son manifestaciones de la capacidad de atención reducida de los niños.
La razón por la que los niños son adictos a la animación es porque sus padres están ocupados con el trabajo. Simplemente reproduzca la animación en su teléfono o televisor, y el osito podrá convertirse en un buen niño en unos segundos y los padres podrán concentrarse en sus propias cosas. Los dibujos animados se han convertido en la existencia de la niñera. Las oportunidades de los niños de interactuar con sus padres han sido reemplazadas por ver dibujos animados. Los niños pierden la oportunidad de expresar y practicar el lenguaje hablado y sus habilidades de expresión lingüística no pueden desarrollarse. A largo plazo, las habilidades sociales de los niños también pueden verse afectadas.
La razón es que las pantallas electrónicas son dinámicas, mientras que los libros son estáticos. La lectura requiere que los niños lean palabra por palabra, de arriba a abajo y de izquierda a derecha. Este proceso pone a prueba las capacidades de control visual de los niños. Si los niños están acostumbrados a las pantallas electrónicas dinámicas, tendrán dislexia, se saltarán palabras y faltarán líneas en la lectura. Cuando los niños vean más dibujos animados, tendrán su propia comprensión de algunas personas, cosas y cosas. Durante la asociación, las cabezas de los niños asocian activamente imágenes que ven en los dibujos animados. La imaginación y la creatividad de los niños desaparecerán con el tiempo a medida que se reduzca su espacio de imaginación.
Con la creciente popularidad de los productos electrónicos, es casi imposible que los niños se mantengan realmente alejados de los dibujos animados. Entonces, ¿cómo pueden los padres lograr que sus hijos dejen de obsesionarse con los dibujos animados? La forma más sencilla es controlar el tiempo que los niños ven las animaciones. A los niños menores de 2 años se les debería prohibir explícitamente ver dibujos animados. A partir de entonces, el tiempo de visualización de dibujos animados debe limitarse a entre 30 y 40 minutos diarios. Antes de ver dibujos animados, los padres deben establecer reglas para sus hijos y no cambiarlas a su antojo. No pueden dejarse ablandar por los breves llantos de sus hijos. Este tipo de bondad causará confusión en los niños y no favorece el sentido de las reglas y el autocontrol de los niños.