¿Qué deben hacer los profesores cuando los estudiantes juegan en secreto con sus teléfonos móviles en clase?
En primer lugar, el profesor debe explicar a los alumnos las desventajas del uso del móvil en clase.
Todo el mundo sabe que jugar con teléfonos móviles en clase definitivamente afectará la clase normal. La falta de asistencia a clases afectará directamente el rendimiento académico de los estudiantes. Creo que este es también el resultado que los profesores y los padres no quieren ver. Por lo tanto, si los profesores ven a los estudiantes usando teléfonos móviles en clase, deben explicarles directamente las desventajas y orientarlos correctamente sobre cómo usarlos.
En segundo lugar, si dichos estudiantes se niegan a cambiarse a pesar de repetidas advertencias, sus teléfonos móviles pueden ser confiscados temporalmente.
Algunos estudiantes pueden pasar demasiado tiempo jugando con sus teléfonos móviles en casa, lo que les hace volverse dependientes de sus teléfonos móviles. De nada sirve que el profesor se limite a criticarlo. En este caso, el maestro puede confiscar temporalmente el teléfono y devolvérselo después de la escuela.
En tercer lugar, puedes comunicarte con tus padres e intentar no llevar teléfonos móviles al colegio.
Cuando los profesores se encuentran con estudiantes obsesionados con jugar con teléfonos móviles, deben comunicarse con sus padres de manera oportuna. Después de todo, la formación de cualquier hábito no se puede lograr de la noche a la mañana, y los padres también deben limitar el tiempo que los estudiantes pasan jugando con los teléfonos móviles en casa. Si es necesario, trate de no dejar que traigan sus teléfonos móviles a la escuela, o después de traerlos a la escuela, el maestro se los quedará temporalmente y se los entregará después de la escuela para que los padres puedan contactarlos a tiempo. En definitiva, el fenómeno de los estudiantes jugando con teléfonos móviles debería atraer la atención de padres y profesores.