Materiales del paquete de atención domiciliaria
Una vez, cuando estaba hablando con mis compañeros en clase, no escuchaba el contenido de la clase y mi tarea estaba muy desordenada. Después de clase, la maestra me llamó para ir a la oficina a escuchar la clase. Esta fue la primera vez en mi vida que un maestro me criticó y me sentí muy triste. Bajé la cabeza profundamente, con los ojos llenos de lágrimas persistentes. De repente, levanté la cabeza y vi el rostro amable de la profesora, con los ojos rojos. Me sentí aún peor. Pero sé profundamente que el corazón del maestro no está dispuesto y se siente incómodo. Este es el amor del maestro por mí y el cuidado de mi camino hacia el éxito. Mientras pensaba en ello, el malestar en mi corazón disminuyó lentamente y las lágrimas desaparecieron. Estoy silenciosamente feliz porque la maestra me ama y se preocupa por mí.
En otra ocasión, me quedé perplejo ante un problema planteado en la clase de matemáticas. La profesora pareció ver mi confusión, caminó directamente hacia mí y me dijo amablemente: "Piénsalo de nuevo, si lo tratas como un número entero..." Tuve una idea y la hice en poco tiempo. "Tengo mucha suerte de tener un maestro", dije. En ese momento, era tan dulce como la miel. Porque sé que esta es la preocupación del maestro.
Querido maestro, tú eres la luz de cera que nunca arderá en nuestros corazones. Usted asume responsabilidades sagradas y ocupa un lugar importante en nuestros corazones. ¡Te apreciamos! El amor del maestro es como una llovizna continua, silenciosa, silenciosa, lentamente alimentando mi corazón y haciéndolo más perfecto.