¿Cuáles son las razones por las que a los niños de 2 años les gusta mentir?
De hecho, los padres no necesitan ponerse nerviosos si un bebé de 2 a 4 años miente, porque los bebés de esta edad no pueden juzgar de acuerdo con los estándares de comportamiento de los adultos. En primer lugar, debemos entender por qué mienten los niños. ¿Son ciertas sus mentiras? Conocer el motivo nos facilita mucho la solución del problema.
La primera razón es que el bebé no puede distinguir entre imaginación y realidad.
Los niños pueden confundir fácilmente la imaginación con la realidad antes de los 3 años. A los ojos de los niños todo es posible y la gente puede vivir bajo el sol. Por ello, suelen contar acontecimientos imaginarios.
¿Un niño de 2 años está arruinando su futuro mintiendo? Conociendo las tres razones detrás de esto, los padres pueden relajarse.
Por ejemplo, un niño pequeño le dijo a su padre que un gatito le había quitado el libro. Entonces al padre le resultará difícil creer que la imaginación salvaje de su hijo sea interpretada como una mentira. ¡También piensa que al niño no le gusta leer, por lo que esconde el libro!
Para este tipo de afirmaciones, los padres pueden preguntarle atentamente al bebé: ¿Es un gatito? ¿A dónde fue? ¿Te dijo el gatito lo que va a hacer este libro? ¡Quizás podamos escuchar accidentalmente una historia interesante que nos cuenta un niño!
La segunda razón es consolarte para poder satisfacer tus propios deseos.
A veces, cuando los deseos de los niños no se ven satisfechos, tienden a satisfacer sus necesidades a través de la imaginación. Por ejemplo, tu hijo te dice que la maestra nos llevó a comprar helado hoy, y luego le preguntas a la maestra y descubres que no es así. No entiendes por qué los bebés mienten así.
En realidad, no hizo esto para engañar a sus padres, sino porque quería comer helado pero no se lo permitían, así que llenó esta escena en su mente y la consideró como algo real.
Si este es el caso, los padres no deben exponer a sus hijos a mentir, sino guiarlos lentamente para que expresen sus necesidades, o preguntarles: "¿Qué pasará si comes demasiado helado?". entender la verdad sin herir mi autoestima.
El tercer motivo es el miedo a ser castigados por los padres.
Si los padres son demasiado estrictos con sus hijos, estos también serán propensos a mentir. Los niños alrededor de los 3 años ya pueden sentir lo que sus padres pueden castigarles en la vida diaria. Cuando sucede algo, mienten para salirse con la suya.
Por ejemplo, si un bebé rompe una taza, tiene miedo de que sus padres se enfaden si se enteran, por lo que dirán que la rompió un perro o echarán la culpa a alguien más.
Los errores del niño indican que la tutoría normal de los padres es exitosa porque el niño es consciente de los "errores" y las "consecuencias". Pero cuando los padres son estrictos, también deben dejar que sus bebés aprendan a responsabilizarse de ellos mismos.
Cuando el bebé es pequeño el castigo no debe ser demasiado severo. Puedes optar por castigar a tu bebé haciendo cosas que le resulten fáciles y que no le gusten, para que no mienta por miedo a las consecuencias.