Cómo la nutrición preescolar cultiva la personalidad y el desarrollo social de los niños
Respeta las ideas de los niños
Los niños tienen sus propios pensamientos y emociones únicos. Al impartir educación infantil temprana, los maestros deben respetar las ideas de cada niño, observar los cambios emocionales de cada niño y permitir que los niños crezcan y desarrollen su personalidad a través del estímulo. Los profesores no deben ser demasiado estrictos ni utilizar métodos fuertes para sujetar a los niños. Más bien, es necesario escuchar atentamente las expresiones del niño, mientras se apoya y alienta sus diversos comportamientos, para que pueda convertirse en el maestro de las actividades en algunas circunstancias especiales.
Por ejemplo, en la enseñanza de arte, los profesores pueden utilizar multimedia para mostrar imágenes de gatitos a los niños y luego guiarlos a crear bocetos de gatitos. Por supuesto, también habrá algunos niños a quienes no les gusten los gatitos por otras razones, por lo que los maestros pueden alentarlos a desarrollar su imaginación para dibujar. Cuando los niños completen sus pinturas, los maestros también deben alentar y elogiar sus productos artísticos. Cuando los maestros descubren que algunos niños están haciendo actividades de graffiti, deben escuchar sus expresiones internas y no exigirles que dibujen, pero también se les debe recordar que no afecten el juego de otras personas, para que cada niño pueda desarrollarse y convertirse en un niño bajo el estímulo y guía del maestro. Una persona única.
Crear un buen ambiente
Los niños se encuentran en la etapa básica de desarrollo de valores y un buen desarrollo de la personalidad puede tener un impacto muy importante en el crecimiento futuro de los niños. El jardín de infantes es un buen lugar para que los niños desarrollen inteligencia, aprendan conocimientos y crezcan de manera saludable. Para que los niños logren un desarrollo saludable de la personalidad en las actividades diarias, los maestros deben crear un buen entorno de crecimiento para los niños, de modo que puedan formar buenos valores mientras juegan y se ayudan unos a otros con otros niños. Los maestros también deben prestar atención a la construcción del entorno de crecimiento de los niños, para que los niños puedan cultivar eficazmente su personalidad, su desarrollo físico y mental y sus buenos hábitos de comportamiento en el entorno del jardín de infantes.
Por ejemplo, al realizar actividades científicas, seguramente habrá algunos niños que no sean muy buenos en este aspecto y pueden deprimirse por ello. En este momento, los maestros pueden intentar usar palabras para motivar a otros niños a prestar atención a la situación de estos niños, a fin de ayudarlos a completar la cognición científica. Por supuesto, los profesores también deben observar para que los niños puedan aprender a realizar actividades científicas de forma independiente mediante la ayuda mutua. De esta manera, los niños pueden aprender a ganar en cooperación y aprender a ser amables con los demás mediante la ayuda mutua, cultivando así valores correctos y desarrollando profundamente su personalidad.
Orientación para la enseñanza del arte
Las personalidades de los niños son diferentes y coloridas. Por lo tanto, al cultivar el desarrollo de la personalidad de los niños, los maestros pueden combinar métodos de enseñanza diversificados para guiar a los niños a desarrollar la imaginación y mejorar la creatividad en diversas actividades. Guiar a los niños a mejorar continuamente a través del arte, la música y otras artes, promoviendo así el desarrollo de la personalidad de los niños. Los maestros deben utilizar arte rico y colorido para proporcionar a los niños más elementos de actividad, de modo que puedan estimular su interés en muchos materiales y experimentar los resultados y la felicidad de la creación artística.
Por ejemplo, al realizar actividades artesanales, los niños pueden primero apreciar esas exquisitas creaciones artesanales y luego crearlas según sus propias ideas. En este proceso, los niños pueden aprender a apreciar y crear belleza a su manera. La imaginación de un niño es infinita. Los maestros pueden utilizar la música para guiar a los niños a experimentar la belleza del arte, permitiéndoles cultivar sus propios intereses y pasatiempos en diversas actividades artísticas, y luego permitir que los niños desarrollen sus propias personalidades.