¿Qué debo hacer si mis hijos siguen viendo televisión en casa?
Esto es muy normal. No te pongas demasiado nervioso. Si quieres solucionarlo, te sugiero que lo hagas desde los siguientes aspectos.
1. Comenta primero con tus hijos que solo mirarán cinco minutos menos cada vez.
Muchos padres están acostumbrados a decir que estoy haciendo esto por tu propio bien cuando ellos están a cargo de sus hijos. De hecho, este tipo de método de gestión de la predicación no sirve de nada para los niños. Porque en sus pequeñas mentes les falta una comprensión clara de los buenos y malos juicios. Qué es bueno y qué es malo son conceptos muy vagos. Entonces, en lugar de decirle con enojo que no lo haga, es mejor intentar discutir con él primero y mirar un poco menos cada día, aunque sea durante cinco minutos, para que el niño pueda estar emocionalmente dispuesto a aceptarlo. Por analogía, reduzca lentamente el tiempo que pasa viendo televisión.
2. Desviar la atención
Elegir algo que le interese al niño y disponerlo en el horario en el que habitualmente ve la televisión. Por ejemplo, llévalo a jugar afuera, lee con él, juega con él, etc. Siempre que al niño le guste algo y pueda despertar suficiente interés, puedes optar por probarlo en este momento. Rompe poco a poco su hábito de ver televisión y estarás un paso más cerca del éxito.
3. Predica con el ejemplo y muéstralo a tus hijos
Una familia es en realidad un grupo pequeño, y las reglas y sistemas están formulados para todos. Intenta no ser el tipo de padre que es condescendiente todos los días y mucho menos decir que soy tu madre y tienes que escuchar lo que digo. Esto no sólo no tiene ningún efecto bueno, sino que sólo puede hacer que el niño se vuelva más rebelde. Por lo tanto, si quieres que tus hijos sean obedientes, primero debes ejercitar la autodisciplina. Si no quiere que sus hijos vean demasiada televisión, los padres primero deben tomar la determinación de no verla si usted dice que no la verán y dejar que sus hijos vean sus acciones. Ésta es la función de enseñar con palabras. y hechos.
4. Establecer un mecanismo de recompensa y castigo
Puedes aprender de los métodos de gestión del profesor en la escuela y establecer el tiempo para que los niños vean televisión todos los días. Por ejemplo, solo puede verlo una hora al día y depende de él elegir el período de tiempo para verlo. Pero una vez que se acaba el tiempo, ya no podrás verlo, y los padres y los niños deben implementarlo juntos, y todos se supervisarán mutuamente. Si lo haces bien, serás recompensado; si no lo haces bien, serás castigado. Este juego ha sido probado en mi familia porque los niños estarán muy emocionados cuando piensen que tienen el poder de cuidar de sus padres. Siempre cumplirán con sus deberes y, naturalmente, tendrán requisitos estrictos para ellos mismos. Y cada vez que el niño supera con éxito un desafío y obtiene una recompensa, se pone muy feliz.
En definitiva, no importa el método que utilices, debes recordar controlar tus emociones y evitar perder los estribos con tus hijos. Si persistes durante un tiempo, definitivamente será efectivo.