Materiales de escritura para embarcaciones pequeñas
¡Es el Año Nuevo en el primer mes del año...! Mi ciudad natal está en el sur. Este año vine a mi ciudad natal para celebrar el Año Nuevo. El segundo día del Año Nuevo Lunar, mis padres y yo fuimos a la casa de mi abuelo para saludar el Año Nuevo.
Cuando llegué a casa de mi abuelo, mi hermana mayor y mi hermana menor estaban allí. Hay que decir que era muy interesante tener tantos hijos juntos, pero éramos tantos. pero no sabíamos qué jugar. El paisaje alrededor de la casa de mi abuelo es hermoso y hay un pequeño puente sobre el arroyo claro. A este lado del puente hay un camino que lleva al pueblo. Al otro lado del puente, hay pasto por todo el suelo. La temperatura en mi ciudad natal es muy alta, por lo que el pasto parece más vibrante. Detrás de la hierba hay un bosque. La sonrisa del sol brilla a través de las hojas sobre el césped. El cielo es excepcionalmente azul y todo a su alrededor es muy tranquilo y armonioso.
Pensé: hay árboles, pasto, puentes y arroyos, pero faltan botes. ¿Por qué no apilar los botes y ponerlos en el río? Les conté mi idea a mis hermanas y ellas estuvieron de acuerdo al unísono. Tan pronto como dijimos que debíamos comenzar, trajimos tijeras de papel de colores y comenzamos nuestro plan de construcción naval "Shenshui No. 1". Después de un tiempo, los cinco barcos estuvieron terminados y llegó el momento de lanzarlos al agua. Lanzamos el bote al agua y los cinco botes se lanzaron suavemente y avanzaron a lo largo de las olas del agua. El sol brillaba más, como animando a los botes. Al rato, escuchamos nuestros argumentos, "Mira, ese es mi barco, el de delante", "Mira, mi... Mira, el mío está en segundo lugar, el azul"... .... Hubo constantes Discutimos, pero todos fueron muy amigables. En ese momento vino una brisa y susurró las hojas, como si nos estuvieran aplaudiendo nuevamente. Vimos el barco fluir a lo lejos y nos sentimos extremadamente cómodos. Luego tuvimos una pelea por el agua y nunca nos rendimos hasta que alguien estuviera empapado en agua.
La infancia es como una sarta de collares de colores, que rezuman pureza e inocencia... ¡Vamos a embarcarnos, allá vamos! ¡Dejemos que nuestra infancia brille con luces coloridas!
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