Características de un perfeccionista
Las características de personalidad de un perfeccionista son altos estándares, estrictos autoexigencias y control sobre los detalles.
Las personas perfeccionistas siempre establecen altos estándares y se exigen lo mejor de sí mismos. Trabajan duro constantemente, se desafían constantemente y se esfuerzan por alcanzar la perfección. Siempre se comparan con los demás y se piden hacerlo mejor que los demás. Esperan poder ser los mejores en cualquier aspecto, ya sea trabajo, estudio o vida. Las personas perfeccionistas tienden a estar orientadas a los detalles. Prestan gran atención a los detalles y creen que los detalles determinan el éxito o el fracaso.
Dedicarán mucho tiempo y energía a ocuparse de los detalles y esforzarse por ser los mejores. Siempre hacen su trabajo con mucho cuidado, precisión y se esfuerzan por alcanzar la perfección. Las personas perfeccionistas son siempre muy estrictas consigo mismas, siempre se piden dar lo mejor de sí y no se permiten errores. Una vez que cometen un error, se sentirán muy decepcionados y tendrán emociones negativas sobre sí mismos. Siempre piensan que no lo están haciendo lo suficientemente bien y siempre están buscando sus defectos.
Los peligros del perfeccionismo
Debido a que la perfección que persiguen los perfeccionistas es un estado que no existe en la realidad, su búsqueda es inherentemente nada e imposible de lograr. Como resultado, se vuelven ansiosos porque sus objetivos son inalcanzables. Además, debido a su búsqueda de la perfección, también mantienen los mismos estándares de comportamiento para quienes los rodean. Sin embargo, este estándar de comportamiento suele ser demasiado duro para la gente común, por lo que las personas que los rodean sufren juntas.
Los perfeccionistas, debido a su búsqueda excesiva de la perfección, a veces esta búsqueda evolucionará hacia una psicología morbosa. Por ejemplo, si algo no se hace al extremo, entonces esto es un fracaso. Este tipo de pensamiento extremo en blanco y negro traerá muchos daños, como mayor presión psicológica, mayor ansiedad o problemas psicológicos. En realidad, este tipo de ejemplo no es infrecuente. A menudo vemos a muchas personas que obviamente han completado bien sus tareas, pero todavía están muy angustiadas.