Cómo evitar que los niños se vuelvan adictos a los teléfonos móviles e Internet. Compartir métodos para evitar que los niños se vuelvan adictos a los teléfonos móviles e Internet.
1. Permitir que los niños tengan un sentido de valor. Para los niños, sólo si tienen un sentido de valor pueden ser activos al hacer las cosas, sentirse buenas personas y estar dispuestos a hacerlo mejor. Los niños que no tienen sentido de valor tienen baja autoestima y siempre muestran una actitud indiferente. Cuando crecen, es más probable que estos niños busquen satisfacción a través de los teléfonos móviles.
2. Para permitir que los niños adquieran un sentido de valor, los padres necesitan amar y afirmar más a sus hijos. Es necesario cultivar el sentido de responsabilidad de los niños y asignarles algunas tareas laborales para que se den cuenta de su importancia y de que sus familias los necesitan. Los padres también deben inculcar pensamientos positivos en sus hijos y abstenerse de decir palabras negativas delante de ellos, porque las palabras negativas harán que los niños pierdan el entusiasmo por la vida. Además, tus expectativas para tus hijos deben ser apropiadas y no debes comparar a tus propios hijos con los hijos de otras personas.
3. Desarrolla un hobby. Sólo unas pocas personas pueden tener éxito en la vida real, entonces, ¿qué podemos hacer para que nuestros hijos se sientan exitosos? Los pasatiempos son una excelente manera de darles a los niños una sensación de éxito. Un pasatiempo es algo que se hace activamente y se disfruta con ello. Sin embargo, para cultivar los pasatiempos de sus hijos, algunos padres eligen clases de formación para sus hijos en función de sus propias preferencias. Sólo los niños a quienes realmente les gusta y pueden obtener felicidad con él no se volverán fácilmente adictos a los teléfonos móviles cuando crezcan.
4. Mejorar las capacidades de autocontrol. Los padres deben cultivar la "perspicacia" de sus hijos, que es la capacidad de observar sus propios sentimientos internos. Los niños con "perspicacia" pueden observar sus propios sentimientos, incluido el control de los deseos y las emociones. Los padres deben recompensar a sus hijos por este tipo de comportamiento de autocontrol.