Restringir la transmisión en vivo a menores de 14 años
Creo que se puede restringir adecuadamente, pero no puede privar por completo a los niños de su libertad de utilizar otro software. La era de la información se está desarrollando rápidamente. Obtenemos cierta información a través de los teléfonos móviles y los niños no son los mismos. No podemos permitir que los niños pierdan por completo el contacto con el mundo exterior. El uso adecuado de algún software social sigue siendo beneficioso para el crecimiento de los niños.
Hoy en día, los teléfonos móviles son la “niñera” de sus hijos. Algunos padres simplemente les lanzan un teléfono móvil o un iPad a sus hijos y se olvidan. Cuando los padres piensan que sus hijos son ruidosos, tomarán la iniciativa de darles dispositivos electrónicos para jugar, solo para tener un momento de paz y ganar tiempo para jugar con sus teléfonos móviles. Algunos padres también se vuelven irritables cuando sus hijos interrumpen el uso del teléfono móvil. Hoy en día, los teléfonos inteligentes se han convertido en el principal motivo de separación de padres e hijos. Muchos padres han caído en la mala costumbre de no comunicarse con sus hijos mientras están cerca de ellos, no ser tomados en serio y tener sus necesidades de comunicación insatisfechas también ha cobrado importancia. Factores para que los menores se vuelvan adictos a las transmisiones en vivo y a los juegos. Como padre, debe guiar bien a sus hijos y darles un buen ejemplo. Algunos programas pueden restringirse adecuadamente para que los niños los utilicen, pero no se les puede permitir que los utilicen en absoluto.
Restringir el uso de software por parte de niños menores de 14 años es esencialmente una cuestión de cómo los jóvenes educados pueden vivir en armonía con la información en línea. Hablando objetivamente, pocas personas pueden resistir la tentación de todo tipo de información estimulante en Internet, y mucho menos los menores con perspectivas y personalidades inestables. Muchos educadores y padres están muy preocupados por el hecho de que los niños se vuelvan adictos a los teléfonos móviles, lo que puede retrasar sus estudios académicos normales y su salud visual.
Los padres tienen buenas intenciones, pero utilizar el método equivocado sólo será contraproducente. A la hora de jugar con el móvil, los padres aún deben ser cautelosos e instructivos para evitar una psicología rebelde en sus hijos.