Red de conocimiento informático - Consumibles informáticos - Materiales de composición para afrontar la realidad

Materiales de composición para afrontar la realidad

"Las pérdidas temporales te enseñan a valorar, los reveses temporales te enseñan a afrontarlos". Así como Edison inventó la luz eléctrica, aunque falló más de 1000 veces, todavía dijo con firmeza: "Al menos conozco más de 1000 formas de cometer errores".

Sí, todos hemos encontrado contratiempos, el El problema es que algunas personas se caen y se levantan con valentía; otras fracasan pero no se atreven a mirar hacia arriba porque tienen miedo de que los demás se rían de ellos y no se atreven a enfrentar a los demás y a la realidad.

Yo también he tenido esta experiencia, y no soy la excepción... Recuerdo claramente que cuando estaba en primer grado, no me atrevía a levantar la mano en clase porque me hacían una pregunta sencilla. incorrecto. "Aparición de invitado". Ver a los estudiantes levantar la mano derecha uno por uno, escuchar sus maravillosos discursos y escuchar el aliento y los elogios del maestro una y otra vez, me sentí extremadamente incómodo. Me odio por no levantar la mano para hablar. También me animé en silencio: ¡No tengas miedo! Pero tan pronto como pienso en lo que podría pasar si recibo una respuesta equivocada (la mirada de reproche del profesor, las burlas de los compañeros), retiro de nuevo la mano levantada.

Más tarde, la maestra descubrió esta situación, me llamó a su oficina y me contó una historia: "Un día, una niña con trenzas se cayó accidentalmente y la niña lloró. Mirando a su madre, ¿qué ¿Crees que su madre servirá? ¡No llores si te caes, levántate tú solo! "Pero a juzgar por sus acciones y expresión, todavía está muy angustiada. La expresión ansiosa dice claramente: "Hijo, no es que mamá no te ayude. Si eliges llorar, serás más vulnerable. "Si eliges levantarte, eres fuerte y valiente". La niña pareció entender y dejó de llorar. Luchó por levantarse, se frotó las piernas doloridas, se rió entre lágrimas y luego caminó lentamente hacia adelante. Mamá sonrió, y sus ojos parecían decir: “Por cierto hijo, eres tú quien al final te salva”. “No tengas miedo, deja todo a un lado, la maestra espera escuchar tu rotunda respuesta en clase”. ." Aunque no lo entendí al principio, poco a poco entendí su significado. El breve estímulo del maestro ha quedado profundamente grabado en mi corazón desde entonces.

A partir de entonces ya no tenía miedo y hablaba en voz alta en clase.