Fuerzas arakkoa conocidas
Scettis: Las cofas del bosque de Terokkar están unidas y controladas directamente por Skettis. Según los servicios de inteligencia, la ciudad fue fundada por Terokk y gobernada por él durante cientos de años antes de su repentina desaparición. Terokk fue una vez un héroe arakkoa venerado, pero la mayoría cree que él y los arakkoa que gobernaba se han vuelto malvados, como los fantasmas resucitados y los pájaros que corrompieron los bosques de Terokkar.
Sktis Exiles: Los Skettis Exiles son un pequeño grupo de arakkoa que se han establecido en la ciudad de Shatta, huyendo del malvado gobierno de Terokk. Liderados por Kil'lik el Despertado y su aprendiz Rilak el Redentor, están afiliados al gueto de Sandcastle City, donde todas las guerras desde que comenzó Draenor (tanto antes como después de que Draenor fuera destrozada en Terrallende) y hogares para personas desplazadas. Según Rilak, los exiliados huyeron de Skettis debido a una revelación masiva de los Naaru.
Los Sethekk: Liderados por el loco Rey Garra Aigis, los Sethekk se creen los únicos sirvientes verdaderos del Maestro Místico de todos los arakkoa. Cuando el escudo arcano explotó al invocar a Mormor, los Sethekk arakkoa creyeron que era una señal del regreso de su maestro. Aigis lideró a sus seguidores y llevó las reliquias de Terokk a las ruinas del Escudo Arcano y se instaló en Sethekk Hall. Aquí, Aigis se declara la reencarnación de Terokk y espera convertirse en el nuevo líder de los arakkoa.
The Dark Order: Un grupo de arakkoa que vivió en el Valle Sombraluna mucho antes del surgimiento de la antigua tribu. La Orden Negra se prepara para atacar a Gul'dan porque su ritual permitirá a los orcos disfrutar del poder de los elementos. Gul'dan descubrió las intenciones de los arakkoa y usó magia poderosa para destruir su campamento y convertirlos en fantasmas. La Iglesia Oscura se preparó para convocar una antigua y poderosa fuerza maligna para llevarla a Terrallende.
Apixis: Apexis es una civilización arakkoa extinta cuyas ruinas se encuentran en un lugar llamado Orgrila en las Montañas Filospada. Las razones exactas de su extinción, al igual que los restos que dejaron, siguen siendo un misterio.