Un programa para unir palabras
El matrimonio es el destino más perfecto del amor perfecto. Es una sinfonía de ollas, cacerolas y cacerolas tocadas por leña, arroz, aceite y sal. Como dice el refrán, no hay cuchara que no se pegue al borde de la olla. En otras palabras, es más probable que se produzcan fricciones entre marido y mujer. Dos ángeles agitan en un gesto varillas de vidrio pulidas con dos corazones de cristal, bailando con electricidad estática sobre la seda roja de las corbatas de amor. Ésta es una metáfora que no es lo suficientemente vívida para la vida matrimonial. Sin fricción no habría chispa. No pueden encender la pasión que los atrae el uno hacia el otro, pero hay demasiada fricción para crear una chispa. Lo que sucede a menudo es una ruptura, y los lazos rojos del amor se hacen añicos en innumerables y tristes fragmentos, irrecuperables en la severa prueba del tiempo.
Un matrimonio real no puede tolerar un romance a largo plazo, pero el romance sigue siendo un condimento indispensable en el matrimonio. Asimismo,