La misión de exploración espacial más ambiciosa de la historia de la NASA: el telescopio espacial James Webb
El Telescopio Espacial James Webb (a veces llamado JWST o Webb) es un gran telescopio infrarrojo. Su espejo principal mide 6,5 metros de largo y consta de 18 espejos de berilio recubiertos de oro, cada reflector pesa 21 kilogramos. Con una apertura de unos 2,4 millones de metros y una resolución 100 veces mayor que la del Hubble, Webb es capaz de detectar objetos del tamaño de abejas en la Luna. El coste total de vida útil del telescopio se estima en 9.660 millones de dólares, y los costes de desarrollo nuevos se estiman en 8.800 millones de dólares. El telescopio se lanzará en un cohete Ariane 5 desde la Guayana Francesa en 2021.
El Telescopio Espacial James Webb se doblará como un origami y tendrá unos 16 pies (5 metros) de ancho. Tras el lanzamiento, se pondrá en funcionamiento el segundo punto de Lagrang (L2), a unos 1,5 millones de kilómetros de la Tierra. Cuando está completamente extendida, su visera es aproximadamente del tamaño de una cancha de tenis.
El Telescopio Espacial James Webb incluye un espejo primario compuesto por 18 piezas separadas y fabricado en berilio ultraligero. La característica más importante del telescopio Webb es que tiene un parasol de cinco capas del tamaño de una cancha de tenis, que puede reducir la radiación solar térmica en más de una parte por millón. El telescopio tiene cuatro instrumentos de cámara y espectrómetros capaces de registrar señales infrarrojas muy débiles. Uno de los instrumentos (NIRSpec) tiene un microobturador programable que puede observar hasta 100 objetos simultáneamente. Entre ellos, el generador de imágenes del infrarrojo cercano y el espectrómetro continuo (NIRISS) se fabrican en Canadá y pueden funcionar en un ambiente de -233 grados Celsius.
El telescopio está fabricado con un revolucionario material compuesto ligero a base de carbono que conserva su forma rígida en rangos de temperatura extremos y resiste la expansión y contracción térmica. Con una precisión de 1/10.000 de la de un cabello humano, soporta los backplanes y los instrumentos científicos de Webb a temperaturas cercanas al cero absoluto.